
LAS BALAS "PICAN CERCA" PARA ALGUNOS VECINOS
Escribe Valentín Bardi, especial para HoyChivilcoy.
Los cuadernos. Las coimas. Los arrepentidos. Demasiadas noticias juntas que apuntan hacia un hecho en común. Y en Chivilcoy, la "gran" ciudad del oeste bonaerense, a algunos conocidos vecinos -como se dice vulgarmente- las balas les están picando demasiado cerca…
En las últimas horas han comenzado a circular insistentemente los nombres de varios conocidos locales –entiéndase más de uno- que estarían enredados en distintos "negociados" de los que se viene hablando a nivel nacional y que son la comidilla de todos los días en ámbitos judiciales, políticos y empresariales.
Un conspicuo allegado a un ex funcionario que la justicia mantiene "guardado" desde hace un tiempito ha echado a rodar el nombre de algún empresario chivilcoyano que, a cambio de "retornables" favores, se vio beneficiado años atrás con interesantes "trabajos".
Es más: el mismísimo empresario local -en su momento de gloria- lo reconocía públicamente ante sus allegados como una forma de demostrar lo cerca que estaba del "poder de turno". Y, claro, recibía la admiración de sus acompañantes de café cuando solían encontrarse en una confitería de la avenida Sarmiento, cerquita del ex Gran Hotel.
Por otro lado, alguien que no pertenece al ámbito empresarial –por ahora- pero que también supo escalar aceleradamente en cuanto a consolidación de riqueza se refiere -a pesar de su juventud- viene mostrando sus temores a propios y ajenos ante la situación que vive, un tanto atemorizado por lo que acaba de destaparse a través de los cuadernos de Centeno (los de las coimas) entre otros "chanchullos". Y hasta parece que los apacibles sueños que solía tener en su nueva "mansión", en la noche chivilcoyana, ahora se le han convertido en pesadilla, en la cual reiteradamente se le presenta el diablo empoderado en la figura del juez Bonadío.
Consecuencia de ello suele pedirle a sus "amigos" que sean muy cuidadosos cuando lo llaman por teléfono "no vaya a ser que me estén escuchando", dice por lo bajo. El miedo no es tonto…
Y si. Qué duda hay..? Claro que lo están escuchando…!!! A él y a varios más.
Los "pinchados" en Chivilcoy llegarían a la increíble cifra de 200. Y en esa cantidad hay vecinos como "para hacer dulce".
Por qué no damos los nombres..? Simplemente por cuestiones de seguridad. Para no entorpecer ninguna causa. Y porque antes debe actuar la justicia y determinar fehacientemente si los observados tienen algún tipo de responsabilidad en los hechos. Tal vez logren zafar. Veremos.
Lo que si podemos afirmar es que los nombres locales que hay en danza son para sorprenderse.
Mientras tanto, ellos rezan para que no aparezca otro arrepentido y los siga involucrando.
A cuidarse, muchachos. Las balas siguen picando cerca. A ver si los roza un perdigón. Sería una pena. Saldrían lastimados y ya no podrían seguir "amasando" para que Chivilcoy siga "creciendo".