La AFIP, la Oficina Anticorrupción y hasta la propia UIF (Unidad de Información Financiera) están observando "muy de cerca" la evolución patrimonial de varios vecinos de esta ciudad, quienes en los últimos años ascendieron de manera llamativa a la casta de "nuevos ricos" en Chivilcoy.
Los "observados" estarían en dificultades para poder justificar su actual patrimonio o –por lo menos- para poder demostrar de manera fehaciente el origen de los fondos.
Varios de ellos estarían en una situación verdaderamente comprometida. En esta incómoda situación hay representantes de los más diversos sectores de la sociedad local.
Asi pudo saber HoyChivilcoy, de fuentes muy bien informadas, estrechamente ligadas a los organismos de control, que están investigando cada caso de manera minuciosa y detallada para que nada quede sin tener una explicación.
Chivilcoy no es la excepción en este tipo de seguimientos. Lo mismo viene aconteciendo en otros lugares del país.
En cuanto a nuestra ciudad, también se supo que existirían algunas denuncias –con reserva de identidad- que estarían apuntando, en algunos casos, a conspicuos vecinos que han hecho semejante evolución económica a la vista de todos, que difícilmente puedan transparentar legítimamente esa forma de vida.
El Beverly Hills Chivilcoyano
Como parte de todo este entramado de riquezas "non sancta" que va explotando a diferentes niveles, ligados en la mayoría de los casos a actos de corrupción, se ha conocido también en las últimas horas un detalle no menos que llamativo. Y tiene que ver con un particular barrio de esta ciudad, ubicado en un privilegiado lugar que hasta hace poco más de una década era suelo descampado.
En la jerga de los investigadores, se lo identifica como el "Beverly Hills Chivilcoyano", ya que alberga lujosas casas, muy bien cuidadas, con llamativos parques, piscinas al por mayor y otras atracciones. Solía ser sede de alegres y divertidas fiestas donde comulgaban consagrados personajes de la "sociedad" local quienes aprovechaban la oportunidad del encuentro para "aceitar" sus relaciones comerciales.
Cuando se sube ligero y fácil, suele caerse a la misma velocidad. Esa expresión tan común como antigua, parece que no ha sido debidamente tenida en cuenta por algunos integrantes de la comunidad chivilcoyana y ahora se encuentran incómodos en el peor momento y en el peor lugar.
A modo de ejemplo, vale citar un gracioso episodio ocurrido en los corrillos del céntrico club La Pampa: Un incipiente empresario local había hecho algunos negocios con el Estado provincial –hace varios años- y comentaba a sus amigos, en habitual rueda de café, los "dinerillos" obtenidos, jactándose de la facilidad con que los logró, describiendo al detalle el "retorno"que debió transar. El monto no era menor.
Preguntó a sus amigos qué le aconsejaban hacer con ese dinero, cómo invertirlo. Más de uno le sugirió comprar algunas hectáreas de tierra. Pasó un tiempo y volvieron a encontrarse en otra ronda de café, en el mismo club La Pampa, donde –por costumbre- suelen encontrarse "grandes y afamados" pensadores locales. Los amigos le preguntaron al aprendiz de empresario qué había comprado.
La respuesta fue: "salgan y vean".
Tenía estacionada frente al club, sobre la calle Rivadavia, una espectacular cuatro por cuatro y se aprestaba a hacer lo propio con otros nuevos vehículos de llamativo porte, que ya tenía en vista.
Cuando le preguntaron por qué había invertido en eso, el prominente rico dijo sin dudar: "Si me compro campo nadie me ve; en cambio cuando me bajo de ésta (la pickup), todos me miran…"
Varios de los vecinos que ahora están "observados" por los organismos de control, también pensaban así. Y actuaban en consecuencia, poniendo de manifiesto su arrogancia, su soberbia, su inexplicable y triste necesidad de ser y demostrar más y más.
Y en Chivilcoy –lamentablemente- hay muchos que se creen superiores a los demás. Bueno, que ahora sigan demostrando su grandeza, pero donde corresponde. Y no –por ejemplo- en las oficinas de la avenida Sarmiento, al lado del colega La Razón, donde antiguamente había una escribanía. La cosa viene de mucho más arriba. Y cuanto más arriba, más se siente el peso cuando cae.
Y pensar que Sarmiento quería hacer cien Chivilcoy..!!!
Si con uno ya es más que suficiente. Imaginemos: 99 más y con vecinos así, con ambiciones sin límites, de dudosa vida explícita, mostrando escandalosamente su mal habida riqueza y –lo que es doblemente grave y peor- es que lo hacen frente a los demás, sin reparos, sin vergüenza.
Según publicó recientemente HoyChivilcoy esta ciudad tiene 20.000 pobres. Seguramente, ellos tendrán la tranquilidad de la honestidad. Los "nuevos ricos" que tranquilidad tendrán cuando empiezan a ser observados…??? Muchas veces no hay respuesta porque la procesión va por dentro.
