CUANDO EN CHIVILCOY EL SILENCIO ES SALUD

CUANDO EN CHIVILCOY EL SILENCIO ES SALUD

Por Camilo Diez.
Con asombro, perplejidad y hasta con un toquecito de molestia,  he observado en los últimos días la reaparición de algunos ex intendentes de nuestra ciudad que, por acción o inacción, se han sabido ganar un lugar preferencial en la galería de los próceres contemporáneos de Chivilcoy, consecuencia de su paso por la más alta responsabilidad institucional de nuestra querida ciudad. Esta vez han elegido dar el presente vía publicación de "pensamientos" en un tradicional colega local.
Digo asombro, porque no entiendo la necesidad de exponerse sacando a relucir cualquier tema con tal de tener un poquito de trascendencia. Gente grande ya, que en lugar de buscar argumentos para reaparecer en la prensa,  deberían -por ejemplo- recorrer las aulas de cuanta escuela tengan a disposición y dar clases (gratuitas) sobre los temas que deseen, en lugar de abordarlos públicamente a través de algún diario, generando no siempre positivas reacciones. Ese gesto sería muy bienvenido y, además, resultaría un aporte invalorable para las generaciones que se están educando. Es más: se convertirían en ejemplo.
Al manifestar mi perplejidad no hago otra cosa que poner sobre el tapete mi confusión ante el proceder de esos ex intendentes que parecen no razonar y siguen firmes en la búsqueda de una vigencia que la tienen en extinción. Esos muchachos, ¿ no saben que ya no hay quienes oferten por ellos ?. Se les han caído las acciones. La gente crece y quiere olvidarse de algunas cosas del pasado reciente. La gente nueva, los chicos, los desconocen y otros (los viejos) los aborrecen por lo que hicieron cuando les tocó gobernar el municipio local. Las pruebas están al canto: recibieron hasta palabras ofensivas hacia sus gestiones en los comentarios de las publicaciones a que refiero. ¿Cuál es, entonces,  la necesidad de semejante exposición ?
Y me da un toquecito de molestia porque parece que a uno de ellos todavía le cuesta bajarse del caballo al que se subió, no por mérito propio, sino porque lo tocó -en un momento de gloria inconcebible- la vara mágica del querido flaco Randazzo que se dejó llevar por el empuje de "excesivos palmeadores de espalda" (que en Chivilcoy hay para hacer dulce) y así -con la bendición del flaco- llegó a encumbrarse en el podio de la calle 25 de Mayo. Desde el mismo lugar del cual después salió abruptamente eyectado, también por sugerencia del flaco Randazzo como una forma de apagar el incendio que se venía si no se hacía un recambio a tiempo.
No digo que los insinuados no tengan derecho a expresarse. Claro que bien ganado lo tienen. Pero hay formas, lugares y destinatarios. Pero lo más importante es ser conscientes de que hay nombres locales que son sinónimo de "pasado". Ya está muchachos. El cuarto de hora se acabó. Salir a hablar de lo que fuere, en momentos políticos tan delicados, con el ánimo popular embebido en bronca, no es prudente. La reaparición de ciertos apellidos no ayuda. No lo justifica ni el tema que puedan abordar. Si con solo prestarle atención a la catarata de comentarios demoledores que cosecharon sus publicaciones, ya es más que suficiente para desaparecer de la escena y no volver a reincidir.
Para hablar de las "arañas" (luces) del Concejo Deliberante o si "Cristina es o no es una persona"  -como excusa para volver a relucir un poco de envejecida fama- se pueden elegir otros lugares, otros momentos y, menos aún, salir en yunta y por la prensa.  Algunos ex jefes comunales de la ciudad le harían mucho bien a la ciudadanía local si se mantienen solo en el recuerdo de cada vecino. Y si de algo quieren opinar, doblemente bueno sería que lo hagan en rueda de café, con los nostálgicos del Club de la Añoranza Chivilcoyana, que siempre están dispuestos a escuchar y consolar.
Ya está muchachos; ya está. ¿ Para qué ganarse un montón de comentarios indeseables a esta altura de la vida ? Hay que disfrutar de la cosecha. Gozar de la linda jubilación de privilegio que no tenemos la mayoría de los mortales (que no es la mínima).
Este es tiempo para que hablen otros; los que ahora tienen la responsabilidad de conducirnos, remando incansablemente para enfrentar la tormenta.
No hay que olvidar que el silencio es salud y a la salud siempre es bueno cuidarla.
N. de la R: El autor hace referencia a sendas notas publicadas en reciente edición del Diario "La Razón de Chivilcoy" por los ex intendentes Carlos Dellepiane y Aníbal Pittelli.

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