EN CHIVILCOY, "HACIENDO LO QUE HAY QUE HACER"

EN CHIVILCOY, "HACIENDO LO QUE HAY QUE HACER"

Por Santiago Zunino.
Basta con transitar las rutas del Partido de Chivilcoy, recorrer sus campos y ver como han desaparecido los montes.
Casi ni un árbol ha quedado en pie en búsqueda de más y más espacio para sembrar, si es soja mejor.
Hablando en criollo: dinero fácil y rápido que hasta hace unos años tuvo momentos de "gloria extrema".
Cualquier espacio era útil para "amarrocar" (juntar dinero con avaricia).
Muchos hombres de campo -alguno de los cuales ridículamente suele tener lágrima fácil ante cualquier circunstancia- no dudaron en hacer valer sus insaciables intereses personales avasallando sin piedad a la propia naturaleza.
El castigo fue brutal. Hasta un tornado tuvimos que soportar; claro, no sólo por los ataques que el hombre hace a la naturaleza en nuestra tierra chivilcoyana, sino en todo el planeta. Chivilcoy suma negativamente (y no es poco).
Ahora, algo en contadas dosis -que no deja de ser un ejemplo por pequeño que sea- está empezando a cambiar y se está comenzando por donde se debe: los pueblos rurales del partido de Chivilcoy. (FOTO)
Es así que varias especies de árboles comenzaron a plantarse en las localidades de Ramón Biaus y Moquehuá, para ampliar la cantidad y diversidad que ya existen en cada una de ellas.
Los nuevos ejemplares significan una contribución de suma importancia para mejorar el medio ambiente y son un aporte muy valedero  para optimizar la calidad del aire.
Además de los árboles, en ambas localidades del Partido de Chivilcoy se hizo entrega de semillas.
La tarea la lleva adelante la Dirección de Producción y Empleo, a cargo de Juan Ignacio Curcio.
La dependencia municipal es la encargada de distribuir 350 especies arbóreas a distintas instituciones y localidades, aportadas por la Estación Forestal "Pereyra Iraola", perteneciente al Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires, como resultado de gestiones oportunamente realizadas en ese sentido.
Es bueno que esto suceda y es doblemente bueno que se repita y continúe en el tiempo.
No importa la cantidad de árboles que se vayan plantando.
Vale que se lo haga, así sea uno por semana. Siempre será una cuenta que suma.
Políticamente, es una muestra de conciencia con visión del mañana.
Esto sí, es "haciendo lo que hay que hacer",  lo demás es sólo un slogan.

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