Precios altos, escasez de dinero, ofertas poco tentadoras, desánimo, malhumor, falta de perspectivas alentadoras para el nuevo año. Son todos ingredientes que conforman un cóctel poco positivo para celebrar las tradicionales fiestas de fin de año en nuestra ciudad.

Este estado de ánimo se nota en Chivilcoy, por ejemplo, en supermercados, autoservicios y hasta en los pequeños comercios de barrio donde, a diferencia de años anteriores, no se aprecia mucha demanda de parte del público consumidor. (foto)

Pese a algunas ofertas y a la diversidad de productos ofrecidos, buena parte de los locales comerciales, exhiben un movimiento casi normal, semejante al de cualquier época del año.

El clima festivo, alegre, entusiasta parece haberse dejado momentáneamente de lado en esta oportunidad. Por lo menos esto es lo que se aprecia en víspera de Navidad.

De todas formas, algunos comerciantes locales consultados no abrigan grandes expectativas de ventas para los próximos días.

Chivilcoy muestra un fin de año atípico. Se nota en el rostro de muchos vecinos. "Un año olvidable" coinciden muchos en calificarlo.

Es que la crisis ha tocado demasiado cerca a esta ciudad y el sacudón ha llegado casi a las entrañas de una comunidad no acostumbrada a este tipo de vivencias.

La pérdida de fuentes de trabajo ha calado hondo.

El 2019 no solo debe ser un simple cambio de números; también debe significar un renacer de la esperanza para que muchos vecinos nuevamente encuentren motivos para volver a festejar.