Daniel "Batata" Leone, una verdadera leyenda del boxeo chivilcoyano, murió en las últimas horas, consecuencia de una cruel e impiadosa enfermedad a la cual -como en el ring- supo darle batalla round a round.
El veterano "Batata" ya no tenía las fuerzas, ni las ganas de aquella juventud arrolladora, que lo mostraba invencible y victorioso sobre el cuadrilátero.
La pérdida de uno de sus hijos, hace un par de años, fue un golpe de knock-out, para el hombre que en Chivilcoy congregó multitudes en cada presentación sobre el cuadrilátero.
Desde ese doloroso momento, comenzó a entregarse mansamente; convirtió al cigarrillo en su compañero habitual, se recluyó y el abuso de tabaco hizo su perversa tarea para que una indomable enfermedad no le diera tregua.
Daniel Leone tenía algo más de 60 años.
Su legado deportivo queda en manos de uno de sus hijos Juan Manuel "batatita" Leone quien, al igual que su padre, se identificó con el deporte de los puños, supo llevar bien alto su nombre sobre el ring, y actualmente integra la comisión directiva del Club Social y Deportivo Unión Chivilcoyana de Boxeo.
Sonó el campanazo final para el gran campeón de Chivilcoy.
Como en sus mejores momentos, se escuchan los aplausos; lo victorean desde los cuatro costados del ring.
La batalla final ha concluido.
El viejo boxeador que tantas alegrías le dio a la gente de Chivilcoy, acaba de irse al vestuario de la gloria, para recluirse definitivamente en la galería de los grandes del deporte local.
Ahora es un recuerdo y un enorme capítulo, escrito con fiereza deportiva, en la historia del boxeo en nuestra ciudad.
Para el aguerrido campeón de los chivilcoyanos, llegó el momento de abandonar el ring de la vida.
Descansa en paz, que tus honrosos recuerdos de gladiador, vivirán como ejemplo de impecable lucha deportiva.
El joven "Batata" Leone, en su momento de gloria deportiva, junto a otros exponentes del boxeo local de aquella época.
