Beatriz y Jorge Taddei (foto), los padres de Wanda Taddei, la joven cuyo femicidio marcó un quiebre en los hechos de violencia de género en el país, vendrán a Chivilcoy en abril próximo, especialmente invitados por el intendente municipal, Guillermo Britos.

Ambos padres llegarán a nuestra ciudad para ofrecer una charla sobre violencia de género, actividad a la que están abocados como una forma de transformar su dolor en acción.

"Hay un interés muy grande por saber cuáles son nuestros derechos y qué hacer ante un caso de violencia de género. Nos contactan padres de todas las provincias pidiendo ayuda, pidiendo por favor que los salvemos", afirma Beatriz.

Aún no está determinada la fecha exacta de la reunión, ni el lugar en el cual se llevará a cabo, ya que se está trabajando en la organización del encuentro que, por su importancia, tendrá alcance zonal. Si, se sabe, que será en abril, según la agenda de los visitantes.

La charla será abierta a toda la comunidad y estará especialmente dirigida a estudiantes secundarios, organizaciones que luchan por los derechos de la mujer, profesionales abogados, miembros de la fuerzas de seguridad, entre otros.

El caso de Wanda Taddei visibilizó la problemática de la violencia contra las mujeres en Argentina y sentó precedentes en materia judicial.

La lucha de Jorge, Beatriz y  toda su familia fue fundamental para poner sobre la mesa un tema que hasta entonces era naturalizado, contado como algo excepcional.

Wanda Taddei fue quemada viva en la madrugada del miércoles 10 de febrero de 2010 por Eduardo Vázquez, baterista de la banda de rock "Callejeros" en la casa que ambos compartían en la localidad de Mataderos. Él era pareja de Wanda, que tenía 29 años y dos hijos de su pareja anterior, de 5 y 8 años.

Luego de estar once días agonizando y con asistencia respiratoria mecánica, Wanda murió el 21 de febrero de 2010.  Tenía el 70 por ciento de su cuerpo quemado.

Inicialmente la Justicia condenó a Eduardo Vásquez a cumplir 18 años de prisión por haber prendido fuego y matado a su esposa, El caso llegó a la Cámara de Casación y los tres jueces agravaron la condena. Le impusieron la pena máxima: cadena perpetua, es decir, 35 años de prisión.