Por Joaquín Valerio.

Hace menos de un año, la noticia que recibió no era la mejor: el diagnóstico fue Cáncer de Mama.

La fuerza superadora de su espíritu de lucha, su ánimo inquebrantable y la contención y el tratamiento que recibió en el Hospital Municipal de Chivilcoy, fueron determinantes para superar un difícil momento, convertido hoy en un presente de felicidad, consciente de que debe seguir dando batalla cada día.

La protagonista de esta historia, que conmueve y gratifica a quienes se desviven por hacer del Hospital un lugar de excelente atención médica y humana, es Verónica Analía Saldivia.

Emocionada, Verónica desborda en palabras de agradecimiento hacia nuestro centro de salud y sus profesionales, fiel reflejo de la lucha que, cotidianamente, emprenden esos hombres y mujeres -médicos y auxiliares- que se debaten entre la vida y la muerte, con esmero, dedicación, esfuerzo, coraje y cuya labor no siempre trasciende públicamente.

Con palabras justas y precisas, que emanan de un corazón que se abre franco, sincero y, naturalmente, sensibilizado, así relata Verónica su paso por nuestro Hospital:

"En septiembre del 2018 me diagnosticaron un Cáncer de Mamas. Después de la cirugía, en octubre, comienzo el tratamiento con la Doctora Mariela Nawojkczyk, una grosa total.

"En noviembre, llego a la Sala de Oncología del Hospital Municipal y ahí me encuentro con una atención muy especial, muy cordial, con cuatro hermosas personas que son: Vanesa Artigas, la gran secre; Claudia Vero, con una paz increíble; Olga Farias, con su humor; Juan Pablo Blondel, con su sonrisa de cada día y Soledad Ríos, la psicóloga.

"Quiero que sepan que es un servicio excelente; muchísima calidez humana; se nota la vocación de servicio.

"Más allá que uno va con miedos a todo lo desconocido, se encuentra con muchísima gente en la misma situación. Y ahí nos damos cuenta que a todos nos pasan cosas; pero siempre se puede ayudar a sentirnos mejor.

"Quiero que sepan que nos atienden a todos por igual  y nace una gran amistad.

"Tener un servicio que vas, te atienden de primera, y en horas estás en tu casa, es único.

"Gracias, ya que hoy concluí mí segundo esquema de quimio. Vamos por más. Eternamente agradecida".

Verónica Analía Saldivia expresa, con profundo sentimiento de gratitud, su experiencia de vida, en la que un magnífico equipo médico del Hospital de Chivilcoy, se convirtió en pilar fundamental para llevar adelante su tratamiento.

A las palabras de Verónica, se suman las de su hija, Ani Elizalde, quien con igual sensibilidad y gratitud, complementa el relato de su madre, destacando:

"Chivilcoy  tiene Oro en su Sala de Oncología y no lo saben.

"Hermosas personas, con gran vocación que cuidaron de mamá, de todos sus pacientes y de quienes acompañamos con tanto amor, con su humor, sus desayunos, su calidez humana.

"Más allá de que uno atraviesa una enfermedad, hacen que ese momento sea placentero.

"Muchas Gracias Claudia Vero, Olga Farias, Juan Pablo Blondel, Vanesa Artigas, Soledad Ríos y Dra Mariela Nawojkczyk. Todos terminamos siendo una gran familia ahí adentro.

"Para los que recién empiezan, para los que están hace años, para los que terminaron el tratamiento, mucha Fuerza y a seguir adelante", concluye Ani Elizalde.

Ésta es, simplemente, una historia, de tantas, que acontecen en el Hospital de Chivilcoy, una institución que nos cobija a todos por igual.

La voz de Verónica Saldivia y su hija Ani representa la expresión de cientos de pacientes, que acuden todos los días al nosocomio, como un recurso de esperanza para su salud y descubren un universo de trabajo, amor y dedicación en quienes llevan adelante la tarea de curar.

En ese mundo habitan médicos, asistentes, auxiliares, administrativos, personal de maestranza y colaboradores desinteresados.

Ellos son los gigantes héroes de nuestra salud en el Gran Hospital de Chivilcoy, orgullo de toda la comunidad.