Por Santiago Zunino.

"Después de lo que nos había pasado a nosotros, que derivó en el cierre de la Clínica, es una gran felicidad que esta gestión haya tomado esta decisión, haciendo que este lugar quede para siempre en Chivilcoy, cubriendo una gran necesidad de la ciudad. Felicito al intendente Guillermo Britos, por lo que ha hecho, mientras que otra gestión nos dio la espalda".

Son un montón de sentimientos, transformados en palabras, expresados por el doctor Jorge Palmieri, uno de los hombres que en 1979 engendró y dio vida a la Clínica Nuestra Señora del Carmen.

Palmieri integró aquel grupo de jóvenes médicos que, hace 40 años, soñó el proyecto de la avenida Villarino.

Capricho del destino, su fogueada idoneidad profesional no fue suficiente para mitigar el sufrimiento con el cual debió lidiar, por el cierre de ese querido lugar -diciembre de 2013- cuando el Juzgado en lo Civil y Comercial 18, de La Plata, dispuso la clausura y el cese, de la clínica, determinando la quiebra de la firma.

Pasaron seis años de aquel triste momento. Durante ese tiempo, las silenciosas y oscuras instalaciones de la clínica, no dejaron de latir. Todavía había algo en sus entrañas. No se resignaba al abandono. No era posible que un lugar que había servido para dar vida y luchar por ella, se entregue mansamente. Debía resistir ante los fantasmas del desamparo y la orfandad. Los ángeles del milagro salvador deberían venir en su auxilio, para rescatarla de las tinieblas y oxigenarla con el renovado aire del renacer.

El intendente municipal, consciente de los requerimientos que demanda la comunidad en materia de salud, tomó la sabia decisión de salvar a la clínica y alejar a los fantasmas. La Municipalidad de Chivilcoy compró las instalaciones de la clínica, las remodelaron y ahora las volvieron a la vida.

Luce rejuvenecida, nueva, preparada para volver a dar pelea por la vida; lista para que sus largos pasillos vuelvan a poblarse de médicos, enfermeras, auxiliares y que en cada una de sus habitaciones renazca la esperanza de una mejor salud.

Ahora será un Centro de Atención para la Tercera Edad.

El intendente Guillermo Britos cumplió su promesa de rescatar a la ex clínica; Jorge Palmieri -el querido doctor- recuperó la felicidad de volver a ver con vida a su sueño de juventud.

Ambos, sellaron afectivamente ese inolvidable e histórico momento.

En la presentación de las renovadas instalaciones, Britos y Palmieri vivieron un encuentro intenso, cargado de sensibilidad y sentimiento.

Protagonizaron el mas emocionado de los abrazos (foto), ante la conmovedora mirada de todos los presentes.

La clínica había renacido y otra vez volvía a contener las alegrias de la vida.