LA LUCHA DE UN JOVEN TRANS POR ADECUAR SU CUERPO

LA LUCHA DE UN JOVEN TRANS POR ADECUAR SU CUERPO

Por Damián Dupláa.
"Vivo en mi propio mundo tratando de encontrarle sentido a mi vida. Soy un ser en constante evolución y los cambios se suceden constantemente. Soy como soy".
Con una fortaleza admirable y el ánimo de batallar intacto, "Richard" -así prefiere que lo llamen- abre su corazón y, a través de sus sentimientos, libera su desgarrador relato de vida.
Nació mujer hace 44 años en Moquehuá, Partido de Chivilcoy, bajo la identidad de Leticia Moyano.
Desde que tuvo uso de razón se sintió hombre y siempre actuó como tal. Ni siquiera le esquivó al trabajo rudo.
Desde los 18 años, se supo ganar la vida con una pala que le sacó ampollas en sus manos, de tanto usarla, como presagio de lo que sería abrirse un camino arduo, nada sencillo.
No claudicó jamás: terminó el secundario y luego obtuvo otros cinco títulos. Estudio Administración de Empresas y es Auxiliar de Farmacia, entre otras especialidades.
Sufrió discriminación; se sobrepuso una y otra vez; luchó por su identidad de género en épocas difíciles, donde la aceptación no era vista con buenos ojos; nunca bajó los brazos.
Es ferviente militante de la comunidad LGBT, son las siglas que identifican a las palabras lesbiana, gay, bisexual y transgénero, un movimiento que se conformó por la lucha de los derechos de igualdad, para estas comunidades sexuales minoritarias.
Hace 4 meses, la justicia le otorgó su nueva identidad: Ricardo Moyano Castro. Ahora, espera que el Registro de las Personas le entregue su correspondiente DNI.
Es empleado de la Municipalidad de Chivilcoy; eficiente, solidario, respetuoso; una persona digna, que ha sabido ganarse la consideración de sus compañeros y de sus superiores.
Desde mediados de 2018 se sometió a tres operaciones de cambio de sexo, para readecuar su cuerpo.
La primera de ellas tuvo lugar en Paraná, la capital de Entre Ríos y, consecuencia de una mala praxis, marcó el comienzo de un calvario: no puede mirar su cuerpo al espejo y sufre insoportables dolores.
En el Sanatorio Chivilcoy le salvaron la vida, frente a una infección que amenazaba con expandirse y agravarse.
Hace pocos días, fue atendido en el Hospital Gutierrez, de La Plata, hacia donde fue derivado por su calidad de persona trans.
"Lo que estamos viendo es un terrible desastre; no podemos operarte", le manifestaron los profesionales que lo asistieron.
"Me largué a llorar como un chico; por los dolores que tenía; porque nunca me vi el tórax después de operado", cuenta Ricardo y agrega que los médicos "se miraron entre ellos y me destinaron a una clínica privada, para ver si la mutual me cubriría la nueva operación".
Ricardo Moyano Castro se sostiene en su fe, en su entereza, una cualidad que distingue a las personas que afrontan un problema o dificultad con serenidad y fortaleza.
Por estas horas, aguarda con ansiedad una resolución del IOMA que le permita someterse a una definitiva intervención reparadora.
¿Vos te preguntarás, por qué expongo mi cuerpo nuevamente a eso? plantea Ricardo y se responde: "Porque si no lo expongo, estaría en riesgo de vida; se acumuló líquido e hizo una fibrosis que puede desencadenar en cualquier enfermedad; no tengo opción. Mi vida vale".
Con su renovada entereza anímica, pide que su situación se conozca para que otras personas trans no tengan que vivir la misma y dolorosa experiencia.
Recuerda con emoción y lágrimas a su madre Elena "Chiche" Castro, fallecida en diciembre pasado, quien siempre lo contuvo y acompañó.
Ricardo o "Richard", concluye dejando un movilizador mensaje:
"Seguiré esperando para concluir mi sueño, pero esta vez con mucho más riesgo quirúrgico, debido a mis últimas tres operaciones, por tanta anestesia. 
Soy un ser en constante evolución y los cambios en mi vida se suceden constantemente. Soy como soy.
Mi corazón de guerrero siempre me lleva hacia donde quiero y también me aleja de las personas que no entienden que soy verdadero y tratan de manipularme para saciar sus caprichos.
Esas cosas banales, nunca fueron importantes para mí. He aprendido que en la vida siempre hay que estar prevenido, pero nunca acobardado.
Se compartir todo lo que soy y todo lo que tengo. He aprendido de las ausencias infinitas; no ser irreverente.
Cuando hay una injusticia, no tengo malicia; simplemente devuelvo las caricias. No envidio a nadie. Me esfuerzo por ser mejor persona para los que me quieren bien.
Me esmero para no ser un problema. Me gusta la idea de conquistar mis sueños. No me robes mi delirio".
Setiembre 2014. Camino a la adecuación corporal.
Julio 2016. Con el intendente Britos.
Agosto 2017. Trabajando para la Municipalidad de Chivilcoy.
Noviembre 2018, militando en Chivilcoy con la Comunidad LGBT.
Ricardo Moyano Castro en la actualidad.

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