Autores desconocidos vandalizaron la fachada de la centenaria Escuela Primaria 7, ubicada en Alem 107, a escasos 100 metros de la Plaza Mitre de nuestra ciudad.

Manos anónimas arrojaron pintura sobre el frente y los antiguos postigones de metal del establecimiento.

Además, deterioraron parcialmente un gigantesco mural que recuerda a María Remedios del Valle, una argentina de origen africano que nació en 1766 en la capital del Virreinato del Río de la Plata, a quien Manuel Belgrano, deslumbrado por su compromiso, disciplina y lealtad, la nombró capitana de su ejército.

"Cuanta indignación, cuanto sacrificio para llegar a la escuela y ver esto", expresó entristecida la directora de la escuela, Luciana Gesualdo.

"Me pongo a pensar dónde está la empatía, la educación, los valores y el respeto", agregó la docente con manifiesto dolor.

La Escuela Primaria 7 había sido cuidadosamente remodelada durante el receso escolar por mujeres y hombres de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), quienes dedicaron horas, esfuerzo y sacrificio para poner en valor al inmueble.

A ello debe sumarse el dinero utilizado para la tarea, aportado por el Estado, que es de todos.

El ataque a la Escuela Primaria 7 es una nueva muestra de la barbarie y el salvajismo, que últimamente se está apreciando en nuestra ciudad y que -incomprensiblemente- algunos funcionarios tratan de minimizar, quitándole importancia a hechos despreciables.

Anteriormente, el patrimonio de la histórica Plaza España fue dañado.

La destrucción o el pillaje sobre un bien público no se miden por la grandeza o la pequeñez del acto.

Nadie es quien para arrogarse semejante e injustificada atribución, sea cual fuere el cargo que ostente.

Estos hechos deben ser enérgicamente condenados sin desprecio e investigados, para sancionar a los responsables.

Esta inaudita actitud de subestimar, solo abre la puerta a más brutalidad.