Una modalidad de encuentros festivos, al margen de las disposiciones vigentes por la pandemia, se está imponiendo en nuestra ciudad, no obstante ser observadas y desarticuladas por las autoridades locales.

Se trata de las fiestas ilegales en la vía pública.

Para estas reuniones se eligen lugares públicos, los cuales, al no tener dueño -excepto el Estado- carecen de un responsable directo para ser sancionado.

Los encuentros se realizan, principalmente, entre viernes y domingos a la noche.

Participan jóvenes que no respetan las medidas de prevención para evitar contagios de COVID y esta situación preocupa a las autoridades.

Este fin de semana fueron abortadas dos fiestas, en diferentes lugares de la ciudad.

El secretario de Seguridad confirmó que una de ellas se organizó en avenida De Tomaso y Calle 546, bajando media cuadra.

"Había un grupo de 50 personas en la vía pública. Al llegar al lugar el personal de Nocturnidad con Guardia Urbana fue resuelto en forma inmediata", dijo Arturo Pertosa.

Lo mismo ocurrió en el Acceso Néstor Kirchner, a la altura de las vías del ferrocarril.

Explicó el funcionario que es una modalidad "que utilizan algunas personas, de juntarse en un lugar físico donde no hay un propietario".

"En estos casos el propietario pasa a ser el propio Estado y no se puede contravencionar al dueño de la finca", añadió.

Destacó que "se organizan de esa manera, llevando parlantes, equipo de música o utilizan la propia música de los vehículos en los cuales acuden al lugar. Llevan bebidas alcohólicas y se empiezan a organizar", sostuvo.

Dijo Pertosa que en todos los casos "son jóvenes o adolescentes" que se encuentran por redes sociales e improvisan este tipo de reuniones.

Resaltó que el personal de Nocturnidad, "al advertir la afluencia de vehículos, en determinado horario, hacia esas zonas, logra desarticular y evitar que se desarrolle este tipo de fiestas".