El intendente Guillermo Britos dijo que "es imposible" suspender una fiesta de fin de año, que está prevista realizarse en un establecimiento comercial de la avenida De Tomaso, pero anticipó que habrá estrictos controles.

"No hay forma de que el Municipio suspenda un evento que está autorizado por la Provincia y por la Nación", expresó el jefe comunal en respuesta a pedidos de numerosos vecinos, para que no se realice el encuentro de referencia a raíz del aumento de contagios de COVID.

"No hay ningún lugar, salvo Córdoba, que hasta ahora haya restringido este tipo de espectáculos", agregó.

No obstante, Britos aconsejó a todos los padres "que no manden a sus hijos o que intenten que sus hijos no vayan (a la reunión)".

"Si dependiera de mi, la fiesta no se haría", sostuvo.

Al respecto, advirtió el intendente: "Vamos a controlar el acceso, el alcohol, la salida, las molestias a los vecinos y todo lo que corresponde".

"Yo soy responsable como intendente de lo que me corresponde y, dentro de mis facultades, de no complicar más las cosas", añadió el jefe comunal.

"Si suspendo la fiesta -sostuvo- vamos a tener miles de chicos por los campos, con fiestas clandestinas, chicos borrachos en la ruta. No resolveríamos nada; complicaríamos mucho más el problema".