El intendente Guillermo Britos recordó una impactante historia de la que fue protagonista -desconocida por muchos habitantes de Chivilcoy- y que tiene directa relación con su pasado en la Policía de la provincia.

Rememoró haber recibido dos balazos en su cuerpo, siendo oficial de la Fuerza y, a pesar de eso, no dudó en asegurar que es más difícil ser intendente que policía.

En una cálida y descontracturada entrevista que le realizó Eduardo Médici, para la sección "Intendentes" del medio Infocielo, el jefe comunal describió algunos aspectos no tan conocidos de su vida.

Recordó que como oficial estuvo en diferentes distritos bonaerenses, a los que calificó como "zonas muy complicadas por la inseguridad".

"Tengo dos tiros en el cuerpo y no me mataron de casualidad", dijo el intendente.

Explicó que uno de los balazos fue debajo del ojo derecho, durante un enfrentamiento en Villa Rita, entre las localidades de Boulogne y Villa Adelina.

El otro impacto lo recibió en uno de sus hombros, en otra acción en San Miguel, contra asaltantes de camiones blindados.

"Siempre me tocó trabajar en zonas complicadas", añadió.

Al ser consultado acerca de si era más difícil ser intendente que policía, Britos no dudó en contestar.

"Es mucho más difícil ser intendente, porque no tenés todas las respuestas", expresó.

Puso como ejemplo que siendo policía se tienen algunas facultades para decidir frente a determinados requerimientos vecinales.

"Como intendente, me vienen a ver por una obra nacional o provincial que no se hizo, y no tenés otra respuesta, más que reclamar" añadió, marcando diferencias de resolución entre una y otra actividad.

Guillermo Britos se retiró de la Policía de la Provincia con el grado de Comisario General y por sus actos de arrojo fue oportunamente condecorado.

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