LA CONMOVEDORA HISTORIA DE LA CAPILLA

LA CONMOVEDORA HISTORIA DE LA CAPILLA

En la calle 11 y Pellegrini de nuestra ciudad está ubicada la Capilla de Fátima, lugar al que acaba de llegar, en visita peregrina, la imagen de la Virgen (foto).
Lo que muchos desconocen, es la historia de esa capilla.
¿Qué motivos dieron origen a su existencia?
¿Fue un llamado de la Virgen, que quería quedarse en Chivilcoy?
¿Cómo se gestó su construcción?
¿Quiénes y de qué forma la concretaron?
Cármen Leiva, vecina de nuestra ciudad, fue una de las hacedoras de aquel sueño que, poco a poco, logró convertirse en realidad.
Según su propio relato, esta es la conmovedora historia de la Capilla de Fátima en Chivilcoy:
"Corría el año 1992 y la Imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima visitó nuestro país.
"Los días transcurrían monótonamente en nuestra ciudad, Chivilcoy, hasta que en los primeros días del mes de diciembre, ya cuando el año llegaba a su fin, esa dulce y blanca imagen nos visita.
"Fueron apenas unas horas, pero de pronto todo cambió. Nadie estuvo ajeno a esta llegada. Esto se pudo notar al ver la enorme cantidad de gente que, apurada y por distintos medios, llegaba de diferentes lugares de la ciudad, a saludar a la Virgen.
"Llegó al anochecer y fue recibida en Ruta 5 por una multitud de fieles, quienes en caravana la acompañaron hasta el centro de la ciudad, donde la esperaban más fieles.
"Desde lejos se podía distinguir la blanca imagen que muy despacio se acercaba. ¡Qué emoción recordar este momento! En medio de aplausos y con pañuelos blancos en el aire, fue recibida en la Parroquia San Pedro.
"Al día siguiente se dirigió a Capilla del Carmen, luego visitó el Hogar de Ancianos, más tarde llegó a nuestra Parroquia, Santísima Eucaristía, donde rezamos el Santo Rosario. Al terminar, siguió su camino por Avenida De Tomaso, para visitar San Cayetano y luego dejar la ciudad.
"Cuando la despedíamos, no sabíamos que los deseos de María eran quedarse entre nosotros. Lo descubrimos mucho más tarde y fue a partir de nuestras actitudes.
"En ese año, estaba dando mis primeros pasos como catequista, trabajaba junto a otra vecina, en la Parroquia Santísima Eucaristía. Hacía dos años habíamos participado en un cursillo de cristiandad; compartíamos muchas cosas. Mi vecina y amiga era Susana Buján.
"Después de la visita de María, vimos que muchos vecinos habían ido a verla; lo hablamos con nuestro Párroco; le dijimos que queríamos hacer algo por el barrio; nos dio su apoyo y nos motivó a rezar.
"Lo primero que hicimos, como estábamos muy cerca de la Navidad, fue un pesebre viviente, en la plazoleta del barrio. Los personajes, fueron nuestros hijos; mi esposo armó la casona; Susana leyó un guión que habíamos armado previamente y yo canté los villancicos. Nos acompañó mucha gente. Entonces, nos dimos cuenta que debíamos seguir, como el Padre nos había dicho: primero la oración y ¿a quién pediríamos? Enseguida nos dimos cuenta: la Virgen de Fátima nos había inspirado; ella nos estaba pidiendo algo; no conocíamos mucho de ella, por lo que tuvimos que investigar. Ahí supimos que había aparecido ante tres pastorcitos un 13 de mayo; por lo tanto los días 13 se la recordaba.
"El 13 de enero de 1993 fue nuestro primer rosario a María de Fátima, en un terreno baldío, con una imagen que nos había quedado de su visita. Fue el primer rosario de tantos, ya que nunca lo dejamos. Fue la fuerza que nos impulsó a seguir por más.
"Así conseguimos un terreno municipal, luego vinieron donaciones, socios, cenas, rifas; primero fue un tinglado, luego un saloncito y hoy tenemos una hermosa Capilla, donde damos catequesis, tenemos misa una vez al mes, se celebran bautismos, algunos casamientos. Los 13 de mayo nuestros niños hacen su primera comunión.
"La Capilla Nuestra Señora de Fátima, es la capilla del barrio, es de todos, ya que todos tienen algo suyo, ya sea porque colaboraron o porque rezaron para que las cosas se pudieran hacer.
"Hoy siento una alegría enorme. La visita de la Virgen es muy importante para nosotros, muy especialmente para mí.
"Será emocionante ver llegar a María a su casa, la casa que con tanto amor fue levantada en su nombre; por otro lado un poco de tristeza, ya que mi compañera y amiga hace dos años, apuró sus pasos y partió a la casa del Padre.
"Somos un grupo de 10 mujeres, acompañadas por nuestras familias que trabajamos codo a codo: Haydée, Negrita, Titina, Gladys, Mimí, Ana, Miriam, Griselda, Graciela y yo, Carmen. En estos momentos el Padre Hugo Caggiano, nuestro párroco, es quien nos guía".

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