FINAL FELIZ PARA LA HISTORIA DE BENJAMÍN

FINAL FELIZ PARA LA HISTORIA DE BENJAMÍN

La Policía de Chivilcoy halló y reintegró al niño Benjamín Carassou, la bicicleta (foto) que le fue hurtada el sábado 14 de setiembre, en la cancha del Club Independiente de nuestra ciudad poniendo, de esta forma, final feliz a la historia protagonizada por el joven y que conmoviera por el gesto de grandeza deportiva, que tuvo durante el desarrollo de un partido de divisiones inferiores, que se disputaba en las instalaciones de la citada institución.
El autor de la sustracción fue otro menor, en cuyo poder la policía encontró el rodado, tras una rápida investigación, logrando así devolverlo a su legítimo dueño, que utiliza la bicicleta para trasladarse a la escuela y al club Independiente, donde juega como arquero.
La historia de Benjamín fue hecha pública por hoychivilcoy.com logrando movilizar a diferentes sectores de la comunidad, por haber sido el niño protagonista de una ejemplar muestra de solidaridad deportiva, no obstante su corta edad.
Ese sábado, Benjamín llegó a la cancha de Independiente en la bicicleta con la que siempre se moviliza. No le tocaba jugar. Fue a presenciar el partido Independiente-Alsina, como espectador.
Allí observó que el arquero de Alsina -el equipo contrario- estaba atajando sin guantes. Conmovido por la carencia de un elemento tan importante para la protección en el juego, tomó su bicicleta, volvió a su casa, recogió sus propios guantes de arquero, regresó a la cancha y se los entregó al rival, para que cuide sus manos. Un gran gesto de compañerismo, mas allá de la rivalidad deportiva.
Cuando terminó el partido, la bicicleta de Benjamín, la misma que utilizó para auxiliar al arquero del equipo contrario, ya no estaba donde la había dejado: se la habían llevado.
Al otro día, el domingo 15, Benjamín cumplió años. Mas que un premio a su buena y destacable acción, parecía un castigo de la vida. Pero su rostro no perdió la sonrisa tierna e inocente.
A las pocas horas, la policía puso las cosas en su lugar y la bicicleta volvió a las manos de su dueño.
Porque la vida…siempre compensa.
Benjamín Carassou.

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