HACE 64 AÑOS DOS GENIOS DE CHIVILCOY LE DIERON UNA MANO A LA CIENCIA…¿Y AHORA?

HACE 64 AÑOS DOS GENIOS DE CHIVILCOY LE DIERON UNA MANO A LA CIENCIA…¿Y AHORA?

Por Esteban Arias.

Hace 64 años Chivilcoy, sufrió las consecuencias de la poliomielitis o polio, una enfermedad que causó estragos en todo el mundo, provocando la muerte o una severa parálisis irreversible, generalmente de las piernas.
Fue en 1956, cuando se produjo la mayor epidemia de la historia en el país: 6.496 casos notificados.
La Polio invade el sistema nervioso. Entre el 5 y el 10 por ciento, muere por la inmovilización de los músculos respiratorios que causa el virus.
En aquel momento, en nuestra ciudad, se vivieron momentos tan angustiantes, como los actuales con el avance del Coronavirus.
Hubo temor, pánico, desesperación.
Al igual que ahora, un tema fue dominante para la asistencia de los enfermos: la ventilación asistida.
Una imagen representa claramente lo que fue la Polio y sus devastadores efectos: salas de hospitales con pulmotores uno al lado del otro.  El pulmotor fue el precursor del actual respirador artificial.
Chivilcoy no escapó a esa dura realidad.
64 años después, la historia parece querer volver a repetirse, en parte.
Los pacientes críticos -con positivo en Coronavirus- requieren de ventilación artificial en los casos más severos de insuficiencia respiratoria.
Según el secretario de Salud, doctor José María Caprara, para enfrentar la Pandemia de COVID-19, Chivilcoy tiene 11 respiradores: 5 en el Hospital Municipal y 6 entre las dos instituciones privadas.
Pero ¿cómo hicieron en Chivilcoy, hace 64 años, cuando la respiración asistida era esencial y la ciudad no contaba con los recursos médicos, tecnológicos, ni económicos del presente?
La respuesta es tan simple, que asombra: dos genios chivilcoyanos emprendieron la titánica, increíble y casi imposible tarea de fabricar los pulmotores que se necesitaban, primeros ventiladores artificiales -o respiradores- para atender a nuestros vecinos enfermos (foto).
Argentino Ganduglia y Vicente Mirábile fueron quienes lograron la hazaña.
Dos hombres adelantados a su tiempo, visionarios, emprendedores, creadores apasionados.
Recaudaron fondos de donde pudieron y se largaron a la aventura.
Como sucede con buena parte de los vecinos destacados de Chivilcoy, ambos fueron injustamente olvidados. Hoy nadie se acuerda de ellos.
Frente al COVID-19, nuestra ciudad, para tener mayor equipamiento de respiración asistida, debió recurrir a una fábrica de Córdoba.
En Chivilcoy no hay conocimientos, ni tecnología adecuada; pero si la hubo hace 64 años. Increíble, pero real.
Según contó Caprara, la Municipalidad compró y pagó cuatro respiradores.
El Gobierno de la "Argentina Unida", que conduce Alberto Fernández, los incautó.
Por el momento, no está ni la plata de los chivilcoyanos, ni los equipos. Nada.
Solo desesperación y anticipado sufrimiento.
Tampoco están Ganduglia y Mirábile, para intentar crear lo que tanto necesitamos, como exitosamente lo hicieron hace 64 años.
¿Cómo es posible que Chivilcoy haya dejado de engendrar genios creativos?
¿Dónde están esos hombres sobresalientes que llevaron el nombre de nuestra ciudad a lo mas alto del prestigio nacional?
Esos hombres y/o mujeres no están, porque no existen en nuestra comunidad.
Hemos dejado de parirlos. Nos hemos convertido en mediocres, sin talento.
Este es el resultado de nuestro crecimiento; solo necesitamos echar un vistazo a nuestro pasado, para ser conscientes de la evolución que hemos tenido.
Se necesita mucho coraje para crecer como ciudad y convertirnos en lo que realmente queremos ser.

Foto Archivo Literario Municipal.