Una cervecería de nuestra ciudad llevó a una quinta, un barril del producto que elabora, para ser consumido en una fiesta clandestina, pero la entrega y la reunión fueron abortadas por las autoridades locales.

El procedimiento se concretó a raíz de una denuncia formulada al 911.

Como ocurre en estos casos, no trascendió el nombre de los involucrados.

El hecho sucedió el pasado sábado y lo confirmó el intendente municipal.

"Es importante que, quien ve que al lado de su casa, hay una fiesta, la denuncie al 911, de manera anónima", pidió Guillermo Britos.

"Necesitamos la colaboración de los vecinos; esta colaboración no es que se pongan en policías; al menos que llamen al 911, que avisen cualquier situación complicada", expresó.

Confirmó, además, que el sábado fueron abortadas varias fiestas clandestinas.

"Tenemos familias con 12 contagiados que provienen de ese tipo de reuniones; entendamos que estamos en el peor momento de la pandemia", insistió Britos.