El secretario de Salud Municipal, doctor José María Caprara, acaba de anunciar hace pocas horas, que posiblemente se vuelva a reabrir el Gran Hotel Chivilcoy para alojar allí -otra vez- a personas en aislamiento por COVID.
Amerita esta decisión, el paulatino aumento de casos de Coronavirus, que se viene notando últimamente, luego de una momentánea calma de algunas semanas.
Fue solo un descenso engañoso, solo creíble para los ingenuos.
Consecuencia de ello, muchos vecinos empezaron a moverse como si la pandemia hubiese pasado.
Creyeron -torpemente- que ya era un recuerdo y, a la vez, alimentaron su razonamiento solo con el "anuncio" de una vacuna que, aún, nadie se aplicó; así adormecieron más su responsabilidad.
Entonces, se largaron a la aventura. Dejaron el tapaboca; se olvidaron del distanciamiento; organizaron fiestas clandestinas.
La joda chivilcoyana -vulgarmente hablando- volvió a su plenitud.
Sin embargo, el virus se mantenía vivo, latente, amenazador, sediento de más muertes.
En las últimas horas, se llevó la vida de un trabajador de 56 años, mientras su anciana madre lucha desesperadamente por vivir, también afectada del mal, internada en el Hospital Municipal.
De tener una ciudad casi atrincherada, con férreos controles en los accesos; la prohibición de circular luego de las 18:00 y cientos de detenidos acusados de transgredir las normas, pasamos a vivir sin mayores restricciones.
Las limitaciones empezaron a quedar de lado; las medidas de prevención, también.
No obstante, todo seguía igualmente grave o -tal vez- peor.
La directora asociada del Hospital, doctora Marcela Conde, dijo sentirse aterrorizada por lo que veía en las calles.
Resultado: la situación se agravó y ahora los casos empezaron a multiplicarse.
Reabrir el Gran Hotel Chivilcoy para volver a aislar gente es necesario, imprescindible, pero -además- es un paso atrás en la lucha contra el COVID, marcado por el desapego a las normas de prevención de buena parte de nuestra población que, con su imprudente actitud, desvaloriza el incansable esfuerzo de médicos y trabajadores de la salud.
Solo nos queda volver a cerrar los accesos y limitar el funcionamiento comercial, para asumir que -como comunidad civilizada- no hemos aprendido nada.
Marzo 2020. Comisaría de Chivilcoy. Detenidos por transgredir el aislamiento preventivo. Una escena que -tal vez- podría volver a repetirse.