Los rodados estaban conducidos por menores de edad.

Algunas de las motos poseían escape libre, ocasionando ruidos molestos.

El secuestro de motos en nuestra ciudad se viene intensificando desde hace varios meses, mediante contínuos operativos realizados por las autoridades.

No obstante la creciente incautación de los rodados, no son pocos los conductores que persisten en infringir las disposiciones, exponiéndose al pago de onerosas multas.

Muchos, inclusive, pierden el vehículo por no poder afrontar el valor de la sanción.

Otros, se ven imposibilitados de retirarlo pues no están en condiciones legales de demostrar la titularidad del rodado.

Además de las motos, los controles se extendieron a otros vehículos, con pruebas de alcoholemia a sus responsables.

De esta forma se busca prevenir accidentes y concientizar a los conductores para un manejo seguro.