La imagen es egoísta porque no muestra todo. Pone en evidencia, parcialmente, un momento reconfortante para los ojos. Es elocuente, admirable y transmite un ejemplo, que ocurre aquí cerca, en un lugar de Chivilcoy.
En el Barrio 25 de Mayo se lleva a cabo un "Taller de Bicicletas", destinado a capacitar a los chicos de la zona a reparar bicicletas.
En otros tiempos el hecho hubiese pasado desapercibido por ser -en principio- algo simple, sencillo, normal y hasta lógico.
Pero en los momentos que vivimos -convulsionados, de malhumor, de falta de iniciativa, con descreimiento por el futuro- eso que parece ser tan simple, se convierte en excepcional y cobra otra importancia.
La imagen muestra solo a dos chicos tratando de arreglar una bicicleta. Pero hay mucho más en ella y no se necesita mirar tan profundamente para descubrir su real valor y dimensión.
Allí se ve futuro. Hay dos pichones de hombres que se están preparando para ser dignos el día de mañana. Están aprendiendo un oficio, mientras otros juegan, estudian o son vagos (en el pésimo sentido de la palabra; en Chivilcoy hay demasiados vagos).
Estos dos son sólo una parte de otros tantos -que no aparecen en la foto- pero que también están. Que a pesar de ser chicos, de estudiar y jugar (y no ser vagos), igualmente quieren aprender algo más. Para ser "alguien" en la vida. Para tener futuro. Para tener trabajo. Seguramente no quieren ocupar la fila de los "NI-NI" (Ni trabajan, Ni estudian) y que, sin rumbo, habitan este bendito suelo.
Allí están estos chicos nuestros con sus ganas genuinas e inocentes de querer ser los mejores "bicicleteros".
Tal vez lo vean como un juego. Entonces, será el mejor de los juegos: el que los está formando.
Esto es encontrar el éxito. Esto es encontrar la salida. Esto es tener "valores", eso que muchos vecinos nuestros han perdido en una comunidad chivilcoyana que ha aprendido rápidamente a convertirse en hipócrita, fingiendo cualidades que no tiene, donde ilustres desconocidos pasaron de la noche a la mañana a ser "modelo", porque han tenido la única virtud de "robar para la causa" (su propio bolsillo).
Chivilcoy multiplicado por chicos así será incontrolablemente superior.
Son los buenos ejemplos. Son los menos, pero reconforta que existan. Es una caricia para el alma.
La mano de las autoridades municipales está detrás de esto, en silencio, apoyando, impulsando a través de la Secretaría de Seguridad.
Admirable acción por donde se la vea, que retribuye y da ganas de seguir apostando para que el mañana sea mejor.
Estos chicos, que juegan aprendiendo a ser bicicleteros, han tomado el camino que los dotará de la cualidad de hacerse valer como personas, con responsabilidad, seriedad y respeto hacia sí mismo.
Ellos no dejarán que los humillen ni degraden. Ellos serán DIGNOS.
