El conductor de un automóvil se negó al obligatorio control de alcoholemia, pero su proceder de nada sirvió: le fue secuestrado el vehículo y retenida la licencia de conducir.

Ahora deberá afrontar el correspondiente proceso ante el Juzgado de Faltas municipal.

El episodio tuvo lugar en la madrugada del pasado domingo, en la avenida José León Suárez, durante un operativo realizado por personal de la Dirección de Tránsito.

En la oportunidad se detectaron dos alcoholemias positivas.

El mismo día, en el acceso Alfonsín y ruta 5, la Policía Vial también efectuó controles de alcohol.

Se verificaron tres conductores con exceso.