Calles de la vecina comunidad rural de San Sebastián, que carecían de denominación, recibieron sus correspondientes nombres, inspirados en la flora y fauna autóctona.

Fueron bautizadas como: Ombú, Sauce, Los Gavilanes y Carpintero Real.

La iniciativa surgió de un proyecto educativo llamado "Poniéndole nombre a nuestra historia", declarado de Interés Municipal por el Concejo Deliberante.

Los respectivos carteles indicadores fueron descubiertos durante un sencillo acto del cual participaron el delegado, Carlos Giorello; la coordinadora de localidades rurales, Claudia Bogliolo, y la directora de Gobierno, Micaela Román.