Escribe Máximo Di Pierro.

Su momento de esplendor fue en la década del 80.

Su figura congregaba multitudes.

Era la atracción de los carnavales en Chivilcoy.

Tenía todo lo que una mujer necesita para lucirse y ella lo sabía emplear a la perfección.

Carisma. Cuerpo atractivo. Simpatía. Simpleza. Ritmo. Magnetismo. Picardía. Alegría.

Así era "Katy, La Única", la estrella de la comparsa "Los Mirasoles".

La sex-symbol del Barrio Varela; representante del modelo de belleza erótica, de una época que aún vive en el recuerdo de miles de chivilcoyanos, que la admiran por el cariño que supo ganarse a través de tantos años.

Hoy, Katy disfruta de aquellos momentos de gloria, a través de los gratos recuerdos vividos en su querido barrio Varela y en toda la ciudad, en sus inolvidables noches de carnaval, que iluminaba con su contagiosa presencia.

"Katy, La Única", fue y, seguirá siendo, la mayor exponente femenina de nuestros carnavales, porque ocupa el primer lugar en el tradicional podio de la alegría popular, un merecido reconocimiento ganado honestamente, con el simple deseo de ver feliz a su gente, siendo la digna representante de un barrio con tradición carnavalera.

Su nombre siempre estará presente, estampado imaginariamente en el estandarte mayor de las murgas y comparsas, que mantengan viva en Chivilcoy la tradición de la más popular fiesta de nuestro pueblo.

Mientras viva en el recuerdo de los vecinos, "Katy, La Única", será siempre la auténtica reina de nuestro Carnaval.