Se encontraron días pasados en el Barrio San Francisco, en oportunidad de inaugurarse la puesta en valor de la plaza Francisco José Arnagni.
Juan Maquieira, un histórico y veterano dirigente peronista, estrechamente vinculado a Florencio Randazzo, y el intendente municipal, Guillermo Britos. (foto)
Se los vio conversando animadamente, sonrientes, muy cercanos.
Pocos oídos lograron acercarse a ese momento para poder captar el entretenido intercambio de palabras entre ambos dirigentes.
Más de un pícaro observador se preguntó: ¿de qué hablaron Guillermo y Juan?
Motivos para conversar son los que sobran, precisamente en un año electoral donde la política está al orden del día y Chivilcoy no escapa a esa realidad.
Imposible pensar que la pasión que une a ambos no se haya colado en ese encuentro.
Los dos llevan a la política en sus venas.
Algunos dicen que no están en las antípodas, o sea en sitios diametralmente opuestos.
¿Habrá mandado Guillermo, algún mensaje para que le llegue a Florencio?
¿Juan le transmitió alguna inquietud de Florencio al intendente?
En política todo es posible.
Más allá del contenido de la conversación que existió entre ambos -que puede, o no, ser importante- la foto deja un buen mensaje: el encuentro de dos hombres de la política local, que parecen ir por veredas diferentes, pero en el mismo sentido, por el camino del diálogo.
Ahí está la clave para que Chivilcoy siga avanzando.