Por Valentín Bardi.

Era el 22 de Octubre de 2010.  Chivilcoy cumplía un nuevo aniversario de su fundación.

Los actos centrales celebratorios fueron multitudinarios.

Todo el poder político estaba en nuestra ciudad, encabezado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Junto a ella estaba su esposo, Néstor Kirchner.

La llegada de Kirchner a Chivilcoy, no fue una visita más. Fue especial, porque no se repetiría y fue extraordinaria para el contexto nacional, en razón de que resultaría ser uno de los últimos actos políticos del ex presidente en vida.

Los chivilcoyanos -inconscientemente- estaban asistiendo a la despedida de Néstor.

Sus gestos, su afectuosa entrega a la gente, el contacto personal con cada uno, el trato tan cercano de un ex presidente con el pueblo.

Visto a la distancia, aquellas parecían las actitudes de alguien que, sin saberlo, comenzaba a despedirse para siempre de su gente en Chivilcoy, un lugar donde Kirchner se sentía particularmente muy cómodo por la cercanía que tenía con un hombre "de su palo": Florencio Randazzo.

Era una de sus últimas apariciones públicas.

Solo cinco días después de haber estado en Chivilcoy -el 27 de octubre de 2010- Néstor Kirchner moría.

Quedaba el recuerdo de su paso por nuestra ciudad, las anécdotas, las emociones.

Esos imborrables momentos vividos por miles de vecinos, junto al hombre que -anticipadamente- parecía estar diciendo adiós para siempre.

Y quedaba, también, un puñado de imágenes.

Eran las últimas fotos de Néstor Kirchner en Chivilcoy, algunas de las cuales hoy compartimos como homenaje y recuerdo del ex presidente, al cumplirse este sábado 27 de octubre ocho años de su desaparición.