Por Camilo Diez.

El chorlito es un ave de cabeza pequeña en proporción con el resto de su cuerpo, que dispone de un cuello robusto y largas patas. Se caracteriza por ser un animal no muy inteligente, ya que hace sus nidos a ras de suelo y deposita allí sus huevos, cosa que hace que otros animales puedan acceder a ellos con mucha facilidad.

La expresión "Chorlito" también se utiliza, desde hace muchísimos años, en el vocabulario arrabalero.

Se refiere a alguien que tiene poca cabeza; pero no de volumen, sino de inteligencia.

También, se usa con las personas despistadas.

El suspendido fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone, quien hasta el pasado mes de marzo, se cansó de impartir órdenes de allanamientos para Chivilcoy por causas relacionadas, principalmente, con cuestiones de drogas, se acaba de autodefinir como un "chorlito".

Lo hizo al hablar ante el juez de Dolores Alejo Ramos Padilla en una declaración indagatoria en la que están involucrados el falso abogado Marcelo D'Alessio, autoridades de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), el fiscal Stornelli y varios personajes más.

"Yo caí como un chorlito", afirmó Bidone tras acusar a D'Alessio de haberle arruinado su vida laboral. Ya no imparte órdenes de allanamientos, ni para Chivilcoy, ni para nadie, porque fue apartado de sus tareas en la vecina ciudad de Mercedes.

Bidone está acusado de haber facilitado datos oficiales a D'Alessio, que fueron usados para distintas extorsiones en el marco de una red de espionaje político-judicial.

El suspendido fiscal, que operaba en Chivilcoy al mejor estilo de los héroes de Hollywood, se justificó frente al juez Padilla como "un hombre de pueblo" y "una persona abierta que brinda confianza".

El falso abogado D'Alessio le había hecho creer a Bidone que podía ser Juez Federal. El "chorlito" se entusiasmó y actuaba en consecuencia, imaginando su ascenso a ese peldaño.

Algunas reflexiones, luego de semejante sincericidio de un hombre muy conocido por su accionar en Chivilcoy.

Escuchar a un fiscal autoincriminarse "chorlito" da pena y vergüenza, porque asume de motu proprio (iniciativa propia) su escasa inteligencia, si nos atenemos a una de las características del ave que así se llama.

Pero hay algo peor aún: el "Chorlito" Bidone operaba sobre las Fuerzas Policiales de Chivilcoy, en allanamientos que hoy, a la distancia -sin desmerecer lo actuado- pueden llegar a despertar alguna que otra duda, atento a la reconocida carencia de intelecto, razonamiento y/o conocimiento del fiscal, según su propio concepto.

Un absurdo inimaginable, pero real.

Un paso más, para seguir descreyendo de la Justicia y de muchos de los hombres y mujeres que la componen.