Cuando comienza a caer la tarde, se preparan para empezar a cumplir con su tarea solidaria.

Saben que alguien está esperando su llegada y van a su encuentro.

Las luces de la ciudad iluminan su camino, como señalando el sendero que guía sus pasos.

Son voluntarios de la Cruz Roja Chivilcoy que, solidariamente, cada nueva noche, reparten viandas a los vecinos de nuestra ciudad, que están más necesitados.

La comida es preparada, con el mismo espíritu de hermandad, en el comedor de "Todos somos uno Chivilcoy", en avenida Mitre 679.

Ellos se definen como "un grupo de colaboradores, que venimos trabajando hace muchos años, para brindar apoyo a los que menos tienen".

El comedor elabora y entrega casi 500 viandas por día, con las donaciones que recibe de la comunidad.

La Cruz Roja las distribuye en cada rincón de la ciudad, donde un plato de comida caliente es casi un preciado milagro que se multiplica en la noche, cuando el hambre se siente más y el frío aprieta sin pausa.

Son duros momentos de la pandemia, que dejó a muchos vecinos sin trabajo, sin sustento, sin comida.

Es la otra cara de la realidad contemporánea que pone a prueba nuestra integridad como hermanos.

Un plato de comida en la noche de la ciudad es solidaridad en tiempos de Coronavirus, con la esperanza de que mañana será mejor.