El pasado domingo, a las 21:30, frente a la Plaza 25 de Mayo de Chivilcoy, un automovilista que circulaba por la zona céntrica de nuestra ciudad, giró en U en la esquina de avenida Sarmiento y San Martín.

Fue inmediatamente detenido por las autoridades, que observaron la imprudente maniobra.

Rápido llegaría la sorpresa y el asombro: el conductor estaba excesivamente alcoholizado.

Hecho el test de alcoholemia -al cual se opuso en un principio- se detectó que tenía 1.6 de alcohol en sangre.

Dos veces más de lo permitido para estar al mando de un vehículo.

Se considera un valor de riesgo "muy alto".

De acuerdo a la tabla universal de alcoholemia habría tomado entre seis y ocho copas de vino.

Pudo haber ocasionado una tragedia por su irresponsabilidad al volante.

El protagonista fue identificado como Daniel Raúl Mitrovich, de 25 años, domiciliado en Mercedes.

Se le incautó el vehículo y se lo puso a disposición del Juez de Faltas.

Le labraron actuaciones por Artículo 74, inciso A y artículo 43 inciso A del Decreto Ley 8031/75 Disturbios en Vía Pública.

El instantáneo accionar de los inspectores de Tránsito y personal policial impidió una eventual desgracia.

Los efectos del alcohol sobre el conductor se generan mucho antes de alcanzar el límite legal para conducir.

Con apenas 0,15 de alcoholemia ya hay una disminución de los reflejos.

En la mayoría de los lugares del país se establecen como límites permitidos para conducir los siguientes parámetros:

• Vehículo particular: 0,5 g/l (gramos de alcohol por litro de sangre).

• Motocicletas: 0,2 g/l (acompañante 0.5 g/l).

• Transportes públicos y de carga: 0 g/l. Dentro de esta última categoría se incluyen los conductores de transportes de pasajeros (colectivos, taxis, remises, transportes escolares) y conductores de transporte de cargas.