Esta imagen fue obtenida este sábado a la mañana, en calle Rossetti, casi avenida Ortíz.

En plena vía pública, un sommier, apoyado sobre el contenedor, obstruyendo el paso del agua que debe circular a la vera del cordón de la vereda.

Es la muestra de lo que no se debe hacer en situaciones críticas, como las que está atravesando nuestra ciudad, con condiciones climáticas adversas, lluvias intensas, continuas, y la amenaza siempre latente de posibles inundaciones, cuando la precipitación pluvial excede los registros normales.

Bajo estas circunstancias -con abundante caída en poco tiempo- se dificulta la normal circulación del agua.

Los cordones se convierten en colectores y la obstrucción del conducto es perjudicial para la zona.

En consecuencia, puede afectar seriamente a los vecinos ante la posibilidad de anegamiento.

Entender esta situación es de sentido común. No requiere de ningún aprendizaje especial. Se basa en la armoniosa convivencia vecinal.

En estos últimos días de copiosas precipitaciones, se han visto en las calles de Chivilcoy no solo colchones, sino otros elementos que bien podrían guardarse en el interior de las viviendas hasta que el tiempo mejore.

Las autoridades lo piden una y otra vez: "no arrojar residuos a la vía pública; no sacar pasto, escombros, colchones, o cualquier otro tipo de residuo que pueda obstruir la circulación del agua e impedir que ésta escurra normalmente".

Sin embargo la desidia de algunos vecinos, siempre parece estar a flor de piel.

Sin importarles el daño o la molestia que puedan ocasionar a sus semejantes, actúan desaprensivamente, sin responsabilidad.

Estas no son las formas de colaborar.

Debemos entenderlo y llevar a cabo positivas acciones.

Así, entre todos, con participación, compromiso y responsabilidad, haremos cada día una mejor ciudad.