La imagen es significativa.

Cientos de motos continúan apilándose en depósitos oficiales de nuestra ciudad.

En su mayoría, son producto de incautaciones que realizaron las autoridades, por transgredir sus ocupantes las normas de tránsito vigentes para circular.

En los últimos siete días, personal de la Dirección de Tránsito secuestró 35 unidades.

Una cifra no menor se repite cada semana.

Las infracciones suelen ser casi siempre las mismas: caño de escape libre; no uso del casco y falta de documentación del rodado.

Las autoridades han advertido hasta el hartazgo acerca de la importancia de cumplir con la Ley.

Sin embargo, algunos motociclistas chivilcoyanos parecen no escuchar, no aprender, no escarmentar.

Lo que si saben es reclamar y victimizarse cuando un hecho ocasional los tiene como protagonistas.

Entonces, buscan el amparo de la Ley que antes despreciaron.

En esos casos, suelen estar acompañados de algún abogado/a carroñero/a del fuero local -que nunca falta en la "escena del crimen"- con ansias de "morder" para saciar el apetito de su monedero.

Quitar esta cantidad de motos de nuestras calles es un hecho alentador que ejemplifica.

Ejemplificar -en este caso- es demostrar que las normas están para ser cumplidas, siempre.

A mayor cantidad de ejemplos, más fuerte y creíble será el argumento, simplemente porque los ejemplos deben ser específicos, claramente identificables y cuanto más relevantes, mejor.

D.H.P.