ACERTADA VISION DEL INTENDENTE

ACERTADA VISION DEL INTENDENTE

Por Santiago Zunino.
Guillermo Britos llegó hace casi tres años a ocupar el máximo cargo del Municipio local por varias razones: algunas ajenas a su persona y otras sólidamente edificadas sobre un proyecto de trabajo que supo diseñar con inteligencia y estrategia.
Como parte de ellas, durante su campaña a intendente en 2015,  cimentó el camino a la Municipalidad trabajando en silencio en las comunidades rurales del Partido de Chivilcoy.
Allí se movió con soltura, escuchó a los postergados, habló con ellos, se interiorizó  por sus problemas.
Estuvo presente en cuanta ocasión se presentaba.
Supo ponerse más cerca de esos chivilcoyanos que viven alejados de la "gran" ciudad.
Y ahí estuvo, en parte, su  triunfo.
Y esa fue una porción –no menor- que contribuyó a llevarlo al Despacho Oficial de la calle 25 de Mayo.
En la mayoría de las comunidades rurales, Britos se impuso cómodamente.
En lo que va de su gestión -mirando a los pueblos rurales- tuvo aciertos y tuvo errores.
Y ambas cosas son propias, naturales, de alguien que trabaja, que hace.
Mal podría equivocarse aquel que no se expone.
Britos no le ha sacado el pecho a las circunstancias, que no siempre  fueron con viento de cola.
En lo que va de su mandato, no ha dejado de preocuparse por las localidades rurales, esas que contribuyeron a llevarlo al lugar que hoy ocupa.
Y no deja de darles una mano en lo que esté a su alcance.
Sabe de su compromiso con esos vecinos.
Recientemente, estuvo en Ayarza, celebrando los 110 años de ese postergado pueblo rural (FOTO).
Y quien esto escribe -que visitó Ayarza hace varios años-  puede dar fe en primera persona de lo que significa "pueblo postergado".
En aquella visita a Ayarza sentí pena, tristeza. Había tanto abandono, tanta soledad. Pero era esa soledad que asusta, que mete miedo, que no deja mirar el mañana.
Poco a poco las cosas han ido cambiando.
A las mejoras que Ayarza ha ido teniendo en los últimos años, se agregará ahora la construcción de un campo de deportes ecuestre y la sede de la Delegación. Son solo dos ejemplos. Hay varios más.
Pero lo importante y trascendente es que los habitantes de todas las comunidades rurales que conforman el Partido de Chivilcoy son tenidos en cuenta. Existen. No son los "kelpers de Chivilcoy". (Término de uso frecuentemente peyorativo).
Valen tanto o más que cualquier hijo de vecino que vive frente a la plaza 25 de Mayo o en cualquier otro barrio cómodo de la ciudad.
Y el intendente les da el lugar que les corresponde. Los contiene.
Por eso, sus palabras en Ayarza, alcanzan más trascendencia.
"Ojala -dijo Britos- podamos recuperar lo que eran anteriormente las localidades rurales, para lograr el crecimiento y que muchos vecinos se radiquen en estos lugares, donde la paz y la tranquilidad dista mucho de lo que uno está acostumbrado a ver en otros lugares.  Los pueblos rurales merecen tener  impulso".
El intendente sabe que le queda mucho por hacer en los pueblos rurales, tal vez demasiado para un solo mandato.
Le consta que "tiene deudas" con esas comunidades.
Y solo aquel que asume los compromisos que tiene, puede llegar a cumplirlos.
El intendente está saldando esas deudas. Es una acertada visión.

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