RANDAZZO NO HABLA, PERO SE ACERCA A LAVAGNA

RANDAZZO NO HABLA, PERO SE ACERCA A LAVAGNA

Por Santiago Zunino.
Florencio Randazzo no habla públicamente, como solía hacerlo con frecuencia en otros tiempos, a pesar de que estamos en un año electoral y, más aún, en la antesala de las primarias.
En política, esa actitud suele llamarse "silencio de radio".
Pero no hay que confundirse; el hábil Florencio, no está nada quieto. Sigue fiel a su instinto.
Se expresa por lo bajo. Dialoga con su círculo cerrado. Está agazapado; permanece al acecho.
Vigila; está preparado para actuar en el momento oportuno.
Su intención es sorprender.
Mientras tanto, tiene sus voceros, que ejecutan órdenes o indicaciones.
Son los dirigentes randazzistas Eduardo "Bali" Bucca y Florencia Casamiquela.
Ambos, forman el denominado "sector periférico", para el armado político de Lavagna Presidente, en la provincia de Buenos Aires.
Así, Lavagna empieza a sumar dirigentes para la mesa bonaerense, que promoverá su candidatura.
Los líderes de ese grupo son el ex senador provincial y ex hombre del Frente Renovador, Juan José Amondarain; el ex ministro de Daniel Scioli y ex integrante del gabinete en La Matanza, Alejandro "Topo" Rodríguez, y el dirigente peronista cercano a los Lavagna, Eugenio Casielles.
De la mesa, también forman parte el ex embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Rodolfo Gil; el ex presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, y los ex diputados bonaerenses Fernando Rozas y Valeria Amendolara.
En ese entramado, "Bali" Bucca y Florencia Casamiquela ya están jugando para Florencio Randazzo, más allá de cual pueda llegar a ser el resultado final de este encuentro.
La acción de ambos dirigentes marca, al presente, una clara tendencia sobre la movilidad de Randazzo.
En silencio, o murmurando de forma muy medida -para que no trascienda demasiado- el hombre actúa.
Florencio no habla, pero despacito, se está acercando a Lavagna. 

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