EL DÍA QUE MACRI FUE BOMBERO EN CHIVILCOY

EL DÍA QUE MACRI FUE BOMBERO EN CHIVILCOY

Por Joaquín Valerio.
Fue hace casi cinco años. Era mediados de setiembre de 2014.
Mauricio Macri preparaba su campaña a la Presidencia de la Nación.
El entusiasmo -y las ganas de cosechar votos- lo trajo a Chivilcoy.
En nuestra ciudad, estuvo de visita en el cuartel del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, en la calle Pueyrredón. El hecho pasó inadvertido para muchos.
Allí, por unos instantes, el hoy Presidente de la Nación, jugó a ser bombero; fue a los vestuarios y se puso un casco (foto), entre otros anecdóticos gestos que tuvo en ese momento, que han quedado en el recuerdo cercano.
Cuando se retiró del lugar dijo Mauricio Macri:
"El cuartel de Bomberos de Chivilcoy es uno de los mejor equipados del país. Los vehículos están impecables, preparados para incendios forestales, de viviendas, rescates de personas y toda clase de contingencias.
"Ahí mismo, en propio cuartel, viven Braulio, Johana y sus dos hijos. Braulio es enfermero; Johana es la casera del cuartel, cuida el orden y realiza tareas de limpieza.
"Me mostraron las instalaciones, me probé un casco de bombero. Después me invitaron a su casa, que queda justo arriba del cuartel. Charlamos de todo un poco, de sus trabajos, de los chicos, de Chivilcoy, del futuro de todos nosotros".
Desde aquella visita a Chivilcoy, pasaron cinco años y el entonces candidato, que hablaba del "futuro de todos nosotros", es el Presidente que quiso ser.
El futuro de aquel momento, es hoy nuestro presente: agobiante, incierto, doloroso, triste, deprimente, oscuro para muchos.
La pobreza subió al 32 por ciento y alcanza a más de 14 millones de hermanos argentinos.
La mitad de los niños, es pobre.
El 9 por ciento de los adultos mayores a los 65 años, es pobre.
La indigencia, subió a 6,7 por ciento.
La inflación, es imparable.
Las fuentes de trabajo, se cierran.
Las tarifas de los servicios, son impagables.
Y la lista de hechos negativos podría continuar casi ilimitadamente.
Eso sí: la culpa siempre la tiene el que pasó antes, aunque ya hace cuatro años que cabalgamos el mismo pingo.
Chivilcoy, la ciudad en la que Macri habló de futuro, es -por ejemplo- el fiel reflejo de su ineptitud para gobernar, porque no escapa al contexto nacional. Aquí, también se vive el drama que enfrenta buena parte del país.
Solo el esfuerzo y dedicación para contener a los más necesitados, que lleva adelante el gobierno municipal que conduce Guillermo Britos, es un paliativo para enfrentar semejante crisis en nuestra ciudad, logrando atenuar consecuencias aún mayores.
¿Este es el futuro del que habló Macri en Chivilcoy?
¿Jugar a ser bombero en nuestra ciudad, habrá sido un presagio de cómo prepararse para apagar semejante incendio?
Si fue realmente así, está claro que Macri no aprendió la lección que los bomberos le dieron en Chivilcoy, cuando quería emularlos.
De la misma manera que hace cinco años, jugó a ser bombero en nuestra ciudad, ¿también estará jugando a ser Presidente de la Nación?
El pretendido bombero que una vez quiso ser en Chivilcoy, ¿tendrá tanta agua para apagar tanto fuego?

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