Los chicos de nuestra ciudad que usan el popular videojuego Fortnite, están expuestos a tener síntomas similares a los que sufre una persona adicta a las drogas y pueden presentar conductas violentas, incluso, contra sus propios padres.

En Chivilcoy, no son pocos los jóvenes atraídos por el Fortnite y esta cifra, en crecimiento, es un alerta para prestar atención a sus consecuencias. Retracción social, aislamiento y encierro, son sus manifestaciones mas evidentes.

El Fortnite se viene convirtiendo, en el último tiempo, en una preocupación.

Los médicos alertan sobre este popular videojuego, ya que aseguran puede causar trastornos similares a los de una adicción a las drogas.

Este juego está basado en la saga Hunger Games y consiste en encontrar armas y acabar con los oponentes.

Aunque pudiera parecer un juego como cualquier otro, se han descubierto varios problemas físicos y sociales en los niños que juegan Fortnite todos los días.

Los profesionales explican que estos chicos "no están durmiendo y no van a la escuela. Están abandonando las actividades sociales e, incluso, han dejado de practicar deportes para poder conectarse a este juego".

Estos síntomas, son iguales a los que sufre una persona adicta a las drogas, pues cuando no están jugando los niños manifiestan ansiedad, falta de apetito y descanso insuficiente.

En los casos más alarmantes pueden presentar conductas violentas, incluso contra sus propios padres.

El aislamiento e irritabilidad generada por la adicción a Fortnite afecta de igual forma a la familia.

Hay casos en que la incapacidad de los padres para manejar la adicción de sus hijos es causa de discusiones y hasta distanciamientos en las parejas.

La clave del éxito de Fortnite es que establecen un "mecanismo de recompensa variable", es decir, que va otorgando premios a los jugadores según su avance.

Otra clave de la popularidad y peligrosidad de Fortnite, es que su descarga es completamente gratuita, lo que la hace perfectamente accesible para niños de todas las edades sin necesidad de una supervisión parental.