La posible aparición de un brote de leptospirosis en nuestra ciudad, ha encendido la alarma para las autoridades de salud y los dueños de mascotas.

Esto es lo que hay que saber para que perros, gatos u otro animal de compañía no se contagien:

La enfermedad es causada por la bacteria llamada leptospira y puede transmitirse de perros a humanos a través de la orina, la sangre y los tejidos de un animal infectado. Los casos de infección suelen aumentar luego de un fenómeno meteorológico. En nuestro caso, es consecuencia de las continuas lluvias, que pueden generar inundaciones.

La leptospirosis provoca en los animales fiebre, ganas constantes de orinar, falta de apetito, vómitos, diarrea y debilidad.

En los humanos, las consecuencias pueden ser muy serias, especialmente entre los niños, pues la leptospira puede causar inflamación de la membrana que rodea el cerebro y al médula espinal (meningitis), insuficiencia hepática, daño renal, dificultad para respirar e incluso la muerte.

Es fundamental vacunar a las mascotas contra la enfermedad cuantas veces lo recomiende un veterinario, ya que no es ciento por ciento efectiva, pues existen muchos tipos de leptospiras y un animal vacunado puede contagiarse con alguno de ellos.

Para evitar el contagio, los dueños de mascotas deben también limitar el contacto de sus animales con roedores y animales salvajes,evitar el contacto directo con la orina o los fluidos corporales de los animales, lavarse las manos continuamente y evitar las plagas de fauna nociva en su casa.

La leptospira puede vivir en el agua o la tierra durante semanas o incluso meses, por lo que es indispensable mantener medidas de higiene efectivas para evitar la enfermedad.

La leptospirosis es una enfermedad que suele tener mayor incidencia cuando ocurren inundaciones.

Usualmente, la orina de los animales infectados presente en el agua o en el suelo se mezcla con el agua inundada o incluso, la potable. Cuando las personas atraviesan las inundaciones o la usan para bañarse o beber, se contagian.

Siempre, es mejor tomar medidas preventivas.

Después de las inundaciones o las fuertes lluvias, cualquier persona que haya estado en contacto con el agua de la inundación, ríos y arroyos contaminados o la tierra podría estar en riesgo de infección.

Lo mejor es cubrirse con botas e impermeables y no beber ni usar agua que no haya sido purificada.