Tras la denuncia publicada recientemente por hoychivilcoy.com, en la cual describimos algunas practicas irregulares que la AFIP Chivilcoy lleva a cabo en perjuicio de contribuyentes locales y de las que la Empresa propietaria de este Medio ha sido victima, numerosos vecinos hicieron oír sus quejas, por la ineficiente resolución de problemas de parte del Organismo Recaudador, ante diferentes reclamos que presentan en la dependencia, que funciona en avenida Sarmiento 80.

Todos coinciden en destacar que son sometidos a una interminable burocracia, actitudes irrespetuosas y desconsideradas y -en algunos casos- muestras de "altanería", provocando un trato distante o despreciativo hacia ellos.

Para evitar consecuencias de parte del Organismo, que suele caracterizarse por astutas represalias, contra aquellos que se atreven a señalar su particular proceder, reservamos la identidad de quienes expresaron su malestar.

Entre las muchas opiniones recibidas, destacamos la posición de Andres A., quien expresó:

"Que no se malentienda; no es contra el Ente el problema, sino contra el personal que se desempeña. Respuestas pocas; idoneidad poca; buena voluntad de parte de esta gente, prácticamente inexistente. Bloquearon por un mes la cuit de una sociedad, por una falla general de sistema. Nadie se hizo cargo. Atienden muy mal a las personas que le pagamos un sueldo como funcionarios públicos. Se exceden, creyendo que tienen monopolio de fuerza sobre una función que desempeñan a medias, con falta de idoneidad y criterio. Cuando los papeles queman, o no entienden las preguntas del usuario, te piden que completes una multinota, que morirá en algún cajón".

La empresa editora de hoychivilcoy.com es una de las damnificadas por la improcedente acción de la AFIP Chivilcoy.

El Organismo no deja de hostigar, con una deuda irreal , que no le corresponde al contribuyente, sino al propio Estado Nacional, por acuerdo de partes.

Sin embargo, hace oídos sordos a cualquier reclamo.

Casos semejantes, se han empezado a multiplicar y la sensación de inquietud y desazón se expande entre los contribuyentes.