En Chivilcoy, todo se cierra a las 20:00, aunque con algunas excepciones.

Así lo establece el Decreto Municipal emitido por el intendente, imponiendo el cierre de comercios a partir de las 20:00.

Sin embargo, no todos lo cumplieron.

Hasta una hora después se observaron comercios abiertos, incluso alguno dedicado a la venta de bebidas alcohólicas, no demasiado lejos de la zona céntrica.

Afortunadamente, la mayoría tomó conciencia de la gravedad de la Pandemia y respetó la norma municipal.

Durante el día, también se notaron cambios en algunas costumbres comerciales.

El supermercado ubicado en avenida Soárez esquina Bolívar (foto) permitió el ingreso controlado de sus clientes, haciéndolos aguardar en la vereda, en ordenadas filas. A medida que uno salía, otro entraba. En la caja debían mantener una distancia de más de un metro.

En otros, en cambio, se notó un desorden mayúsculo: clientes amontonados en los pasillos de las góndolas, como si nada estuviera pasando.

Otro detalle llamativo: mientras aumenta el temor a la Pandemia, en nuestra ciudad también siguen aumentando los precios de los comestibles y productos de primera necesidad.

La falta de solidaridad y el provecho propio, en Chivilcoy, siempre estuvieron, están y estarán a la vuelta de cada esquina.