En Chivilcoy, el precio de los alimentos se descontroló por completo.
El aprovechamiento desmedido de algunos comerciantes no tiene límites.
Los aumentos no se detienen y el bolsillo de los chivilcoyanos está cada día más delgado.
El viernes 20 de marzo, en varios mostradores, el pollo aumentó casi un 20 por ciento.
Para este lunes 23, se aguarda un incremento en algunos cortes de carne del 15 por ciento.
Cuando el cliente pregunta ¿por qué aumentan los precios?, la respuesta suele ser simple y corta: Porque si.
En coincidencia con este abrumador panorama, la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) -que sólo informa, no defiende- anunció que se encuentra a disposición, para recibir denuncias por parte de los consumidores, a través del email omic@chivilcoy.gob.ar
Las denuncias deben estar relacionadas con los precios máximos fijados por el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, para una lista de productos de consumo familiar esencial, que incluye alrededor de 300, entre alimentos, bebidas, artículos de higiene y limpieza.
El director de la OMIC, Joaquín Oteiza, dijo que "los consumidores, al hacer sus compras en cualquier comercio donde se incumpla lo establecido, deben tomar fotos de los tickets de los productos y enviarlas por email o, a partir del miércoles 25 de marzo, pueden comunicarse al teléfono 421890, para hacer sus denuncias".
Éstas serán transmitidas a la Dirección de Comercio bonaerense; la Secretaría de Comercio Interior y el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.
Síntesis: una incomprensible burocracia gubernamental, solo aceptable con una enorme cuota de ingenuidad ciudadana.
En nuestra ciudad, el Estado tiene todas las herramientas para hacer valer su peso, más aún en tiempos de emergencia, donde el abuso empresarial debe ser intolerable.
¿Si las restriccciones están dadas para las libertades individuales, por qué no se restringe también, la libertad de aumentar ilimitadamente?
¿Por qué la OMIC no pone a sus inspectores en los comercios, en lugar de caer en el facilismo de esperar que los propios ciudadanos actúen como espías?
¿Por qué no se actúa con dureza y se clausura cuando la situación amerita?