Por Camilo Diez.

En pleno aislamiento por la emergencia sanitaria, con sus oficinas inhabilitadas para la atención al público -lo cual impide un trato directo y ágil, provocando enormes dificultades a los usuarios, que no pueden ver resueltos sus reclamos- la empresa EDEN no deja de generar en Chivilcoy hábiles acciones, a través de las cuales pretende engañar o conseguir un mayor lucro por el deficiente servicio que presta en nuestra ciudad.

El flamante ardid de EDEN consiste en realizar -maliciosamente- desordenadas lecturas de los medidores, para luego volcarlas en confusas y anticipadas facturaciones, cuyos vencimientos llegan a tener una diferencia de solo 20 días entre una boleta y otra –ambos en el mismo mes– tal cual lo evidencian las imágenes que ilustran esta nota.

En otras palabras: dos facturas por consumo de energía, con fecha de cancelación en mucho menos de 30 días, convirtiendo el pago casi en quincenal, con intención encubierta de beneficiarse en perjuicio de los usuarios, que son cautivos del servicio.

Los excesos de EDEN en Chivilcoy han llegado a verse reflejados en situaciones inimaginables, en su voracidad por recaudar de la manera que sea.

Entre muchos ejemplos, vale destacar el caso de un medidor, ubicado en la zona céntrica, que no tiene consumo.

La empresa envió una factura, con un cuadro "dibujado" de supuesto servicio, con lectura anterior y actual sin cambios (consumo cero), pero pretendiendo cobrar $ 2.250.98. Si pasa, pasa.

Al ser advertida la empresa del atropello, el jefe comercial, Mariano Palomeque, envió una nota al titular damnificado justificando la osadía en "un error involuntario, por lo que se refacturó sin consumo".

Esta astuta -y deleznable- acción, se ve acompañada de una intensa y reprochable campaña de acoso y hostigamiento para abonar en término, bajo amenaza de interrumpir el servicio por falta de pago.

La metodología de apriete se canaliza, por ejemplo, a través de reiterados mensajes a correos electrónicos de los titulares del servicio.

Los reclamos efectuados a la denominada -y muy promocionada- Sucursal Virtual no tienen ningún efecto, ni respuesta satisfactoria para el cliente.

Es un ente casi simbólico, carente de efectividad. Otro engaño más.

El servicio de EDEN en Chivilcoy viene causando malestar, en buena parte de la comunidad, por su manifiesta ineficiencia: frecuentes alteraciones; potencia inferior a la requerida para el óptimo funcionamiento de artefactos elementales de uso cotidiano; persistentes bajas de tensión; cortes sin aviso.

En síntesis: un cóctel de imperfecciones, que hace cada día más defectuoso un servicio público vital, solo eficiente para seguir esquilmando impiadosamente a los usuarios, modernos esclavos sin libertad de opción.

Pero todavía hay algo peor: en Chivilcoy, nadie se atreve a ponerle límite al desenfreno de la empresa.