Por Néstor Berrutti.

Desde hace algunos años, Chivilcoy no tiene delegación de Defensa del Consumidor.

Institucionalmente, ha dejado de llamarse de esa manera.

Como tal, le fue quitado ese rótulo, bajo el cual operó durante largo tiempo, con suerte relativamente diversa para el siempre vapuleado consumidor.

Lo que fuera, entonces, esa dependencia -con sede en avenida Soárez 69- devino en la actual OMIC: Oficina Municipal de Información al Consumidor.

Parece lo mismo, pero suena diferente.

Fonéticamente, la palabra "Defensa" sugiere respaldo; induce protección.

La ausencia del término, por el cambio de denominación, debilita la sensación de amparo.

En la práctica, no ha sido solo un cambio semántico; también se nota en algunos hechos y en no pocos derechos restringidos.

La OMIC está a cargo del ex concejal Joaquín Oteiza (foto), que no es, precisamente, un profesional del Derecho.

Oteiza es un hombre de intensa actividad política, a pesar de su juventud.

Inició su carrera junto al ex intendente Ariel Franetovich y recorrió un sinuoso camino como edil, en el Concejo Deliberante.

Nunca ocultó sus aspiraciones de ser intendente de Chivilcoy.

Hacia ese horizonte se mueve con astucia y estudiada cautela.

Claro que, las aspiraciones, no son suficientes para llegar a la meta; se necesita mucho más que eso.

Mientras tanto, su responsabilidad está en la OMIC.

Esta es una oficina que tiene por finalidad atender y resolver los reclamos de los usuarios, dentro de la jurisdicción comunal, tratando de solucionar los problemas nacidos a la luz de las relaciones de consumo.

Atento a su función, días pasados, Oteiza fue puesto al tanto (con pruebas) del irregular proceder de la empresa EDEN, con respecto a la doble -e indebida- facturación mensual (una boleta cada 20 días) por servicios de energía que -pícaramente- la distribuidora está probando naturalizar en Chivilcoy.

La respuesta fue el silencio.

No es la primera vez que el joven aspirante a jefe comunal se maneja de esta forma; lamentablemente -para su futuro político- se está haciendo costumbre en él.

En noviembre de 2016, cuando tuvo un cortocicuito interno en el Concejo Deliberante -siendo concejal- dijo Oteiza, entre otras cosas: "Para cambiar la realidad, hay que avanzar; hay que animarse a cambiarla".

¿Qué concepto de cambio tiene Oteiza al frente de la OMIC?

El silencio y la consecuente inoperancia, frente a la irrefutable evidencia, ¿significan el cambio?

Ir en perjuicio de algunos consumidores, para favorecer empresas ¿forma parte de la transformación que pregona?

El cambio de Oteiza -en este caso al frente de la OMIC- es una metamorfosis en retroceso, que lesiona sus propios ideales de justicia social y traiciona sus convicciones políticas…si aún las conserva.