El intendente municipal lanzó una advertencia que ningún chivilcoyano hubiese querido escuchar alguna vez.

"O cambiamos la conducta, o dentro de 20 días vamos a tener que decidir quien usa los respiradores en el Hospital", dijo Guillermo Britos.

El jefe comunal habló directamente de la posibilidad de vivir o morir en Chivilcoy y que esa disyuntiva se vea forzada por la creciente cantidad de contagios de COVID.

El intendente -ni nadie- hubiese querido decirlo; pero las circunstancias lo empujaron.

"Terminamos el año de la peor manera" afirmó, al confirmar 48 nuevos casos positivos de COVID, este jueves 31 de diciembre.

Se lo vio abatido, apesadumbrado, preocupado.

A su lado, como todas las mañanas, durante casi 10 meses, el secretario de Salud, doctor José María Caprara, acompañaba al jefe comunal para dar el parte diario epidemiológico de COVID nuestra ciudad.

Su reacción es entendible.

Debe hacer recapacitar a la comunidad de la manera que fuere -a veces de la forma más dura- para que cada uno tome mayor conciencia de la gravedad de la situación sanitaria local y limite sus movimientos, proteja su salud y ejercite al máximo las medidas de prevención.

Solo así no habrá necesidad de que los respiradores del Hospital de Chivilcoy se conviertan en alternativa de vida, solo para algunos.