NI OLVIDO, NI PERDÓN

NI OLVIDO, NI PERDÓN

Por Néstor Berrutti.

La conmemoración del Día del Bombero Voluntario, que tuvo lugar este miércoles en nuestra ciudad, se convirtió en un desesperado y legítimo reclamo: la inmediata vacunación contra el COVID de todos los efectivos.
El intendente; el presidente de la Sociedad de Bomberos de Chivilcoy y el propio jefe del Cuerpo Activo reivindicaron la necesidad de que los voluntarios sean inmunizados.
El pedido sonó como un grito desgarrador.
Conmovió los corazones.
Es incomprensible que esos hombres, que dan la vida por el semejante, no estén protegidos debidamente.
Es vergonzoso que tengan que pedir la vacuna.
Hace varios meses, Chivilcoy estuvo en boca del país cuando algunos jóvenes imprudentes y sin escrúpulos, ostentaron su prematura vacunación.
Alardearon del privilegio, fanfarroneando en fotos con los dedos en V mientras eran inmunizados.
Los dedos en V no es un signo peronista.
Es un símbolo universalmente usado durante siglos para indicar una victoria.
Mientras ellos se vacunaban, haciendo gala del triunfo, los bomberos de Chivilcoy caían afectados por el COVID.
Un gran contrasentido.
Es la consecuencia de una sociedad hipócrita; con exponentes que atrasan.
Atrasan en ideas, en formas, en gestos.
En la cultura anglosajona, los dedos en V es un gesto ofensivo.
Habrá que comenzar a tomarlo también aquí.
La no vacunación de nuestros bomberos voluntarios -mientras otros inmunizados levantan los dedos en V- es una ofensa, que no merece ni olvido, ni perdón.

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