Por Florencia Melli.

Mas allá de las contínuos operativos que en nuestra ciudad llevan adelante la Guardia Urbana y la Dirección de Tránsito -junto a la policía-  sigue siendo repetitivo ver motociclistas sin casco transitar las diferentes calles, incluída la zona céntrica (FOTO).

Podría decirse que algunos lo hacen como si fuera una gracia; otros por irresponsables; algunos por negligentes y también los hay -no son pocos- los que llevan el casco colgando del brazo porque no tienen donde ponérselo. Dicho en otras palabras: no tienen "cabeza".

Naturalmente, es una ironía con doble sentido.

Cabeza tienen, pero como no piensan en los riesgos propios y ajenos, no saben como usarla (a la cabeza) y -en consecuencia- tampoco la utilizan (a la cabeza) para colocarse el casco.

Es, fundamentalmente, una cuestión cultural, de educación, como la madre de todos los males en nuestro país y nuestra ciudad.

Aunque los sancionen, les quiten los vehículos, no aprenden y volverán a la misma una y otra vez.

Lo llevan en su esencia, en su sangre. Porque naturalizaron el error como un derecho.

Y nuestra bendita sociedad -lamentablemente- ha hecho demasiado en ese sentido.

Lo grave de todo esto es que, las consecuencias de la irresponsabilidad manifiesta de los motociclistas que no usan casco, debemos pagarla todos. Nos guste o no.

Porque cuando un motociclista irresponsable tiene un accidente y es llevado al Hospital Municipal de Chivilcoy para su asistencia, tratamiento y recuperación, se lo hace con profesionales e insumos que son solventados con dinero que sale del bolsillo de cada contribuyente que paga sus tasas municipales.

No es gratis, aunque algunos -por ignorancia- se lo crean.

U otros digan a viva voz: "lo paga Britos" o "lo paga Vidal".

El hospital es de todos, lo pagamos todos y nada es gratis, aunque parezca.

¿ Cuál es la solución ?

No hay que buscarla demasiado lejos.

Educar adecuadamente a los nuevos ciudadanos, a los que están creciendo, a los que serán el futuro.

Que sepan, vean y aprendan que "nada es igual".

Que no es lo mismo ser derecho que traidor.

Que no es lo mismo un burro que un gran profesor.

Que no es lo mismo el que está fuera de la ley.

Y la Ley son las normas, y en Chivilcoy las normas están para cumplirlas y hacerlas cumplir acabadamente. Dentro de la Ley, todo.