Por Florencia Melli.

Florencio Randazzo y Sebastián García de Luca, dos referentes de Chivilcoy en el gran juego de la política nacional, al igual que casi todos, alzaron sus copas en este cambio de año.

No es para menos. Las tradicionales fiestas sirven, no solamente para reunirse con amigos y familiares; también suelen ser un momento oportuno para el clásico brindis, que permite elevar las copas con los mejores deseos para el nuevo año.

Randazzo y De Luca, ¿habrán brindado por Chivilcoy?

Es difícil saberlo; pero es imprescindible desearlo.

Recordemos que, vaya coincidencia -o premeditación- ambos chivilcoyanos tienen su vida relacionada a una misma institución de gobierno: el Ministerio del Interior. Florencio como ex titular de esa Cartera y Sebastián como actual Secretario de Interior.

Los dos han estado siempre muy apegados a Chivilcoy, a su pueblo natal; por lo menos eso es lo que suelen poner en evidencia recurrentemente.

Durante sus años de gestión, el ministro Randazzo aportó a nuestra ciudad todo cuanto tuvo a su alcance. No hay lugar para el reproche, en cuanto a eso se refiere. Con respecto a otras cuestiones, hay temas para debatir, pero ya forman parte de la historia local y volver sobre el pasado es como analizar por qué San Martín cruzó Los Andes.

De Luca, por su parte, también hizo su importante aporte para nuestra ciudad -que es la suya- al comienzo de su gestión, pero, luego se fue desdibujando su preocupación por estas tierras. Por lo menos eso es lo que muestra, más allá de cuál sea su intención verdadera. Esto es lo que percibe la gente. Tal vez el secretario sea consciente de ello o, tal vez, lo ignore. Si prima esto último, es bueno que lo perciba.

Que el nombre de Chivilcoy haya estado en el brindis de ambos, puede ser anecdótico para algunos, simbólico para otros e intrascendente vaya a saber para quien.

En realidad debió haber sido necesario. Porque Chivilcoy necesita que todos brindemos por la ciudad y por su futuro.

Es imperioso que los hombres que han alcanzado un peldaño superior en las responsabilidades gubernamentales, eleven siempre la copa por nuestra ciudad, deseando para ella la mas positiva energía.

La retribución será el bien de la comunidad que los vio nacer, caminar y ser los hombres que nos representan, a nivel nacional, como hijos de este trozo de tierra del oeste bonaerense.