Una añeja planta de araucaria, de la recientemente remodelada Plaza 9 de Julio, está dejando caer piñas gigantes, que en algunos casos tienen el tamaño de una pelota de fútbol (foto) y ha comenzado a generar preocupación entre quienes transitan habitualmente por ese paseo público, debido al peligro que representa para la seguridad de las personas y mascotas.

La estruendosa caía de los frutos, en su habitual época de maduración, provoca gran susto en más de un ocasional caminante, más allá de llamar la atención por el tamaño y el peso de los mismos.

Afortunadamente, hasta ahora el hecho no ha pasado a ser más que un motivo de comentario -y advertencia- entre los vecinos, que no dejan de sorprenderse con el volumen de las piñas.

Habitualmente, en nuestra zona, durante los meses de enero y febrero los ejemplares de la Araucaria desprenden sus piñas, las cuáles pueden ser peligrosas para transeúntes.

Las piñas contienen semillas y su peso puede variar y llegar hasta los 2 kilos o más, según si haya explotado o no.

Los ejemplares comienzan a florecer a los 25 años, produciendo piñas todos los años, pero cada 2 a 5 años en mayor abundancia.

Los ambientalistas siempre solicitan mantener cuidado durante los próximos 60 días y evitar la permanencia debajo de estos ejemplares.