FRANETOVICH: "QUE SE MATEN ENTRE ELLOS"

FRANETOVICH: "QUE SE MATEN ENTRE ELLOS"

"Si quieren batalla, que se maten entre ellos". La frase -que comenzó a retumbar en horas recientes- pertenece al ex intendente Ariel Franetovich y apunta a los integrantes de un sector del Partido Justicialista de Chivilcoy.
Para ser más precisos, la expresión está destinada -principalmente- a quien fuera uno de sus compañeros de gestión municipal como director del Hospital, el doctor Gustavo Bruno, hoy con aspiraciones a ser intendente de nuestra ciudad.
Franetovich salió de la contienda en la que se lo mencionaba como posible candidato, tras algunos conflictos internos del Justicialismo local.
El detonante fueron expresiones públicas del propio Gustavo Bruno, en las que refería integrar "un ejército dispuesto a todo", acusando a Franetovich de "tener un arreglo con el intendente (Britos) y quedarse con la torta".
La reacción de Franetovich fue inmediata y durísima. Sin términos medios, ni lecturas entrelíneas. Para que no quede ninguna duda acerca de su forma de pensar y proceder. Algo poco usual en estos tiempos.
Dijo Franetovich, entre otros conceptos:
"Si bien creo que nos debemos un cambio generacional, ante la demanda que percibía día a día de vecinos y compañeros, estuve cerca de tomar la decisión de ser precandidato a intendente en las elecciones venideras y en todo momento tuve el apoyo y acompañamiento de mi amigo y presidente del partido al que pertenezco: Darío Speranza.
"Pero sucedieron cosas inesperadas y otras que debieron ocurrir, no ocurrieron.
"Creí  que era posible transitar por unas Paso en forma sana y propositiva; pero, lamentablemente, ello antes de largar, ya dejó de ser posible.
"Para ser claro, entre algunos hechos que ocurrieron, puedo citar audio perteneciente a uno de los precandidatos en un tono, a mi criterio, extorsivo. Allí, menciona que hay "un ejército" e insinúa el desgaste que su ejército sería capaz de ocasionar.
"Luego, a las pocas horas, comienza a circular una falsa noticia sobre mi persona que, aunque pueda venir de cualquier sector, permite pensar en que pueda ser del ostentado ejército.
"Por otro lado no ocurrió lo que tenía que ocurrir para que yo sea precandidato a intendente. No alcanza que con las mejores intenciones un concejal de Unidad Ciudadana y dirigente local se acerque a quien fuera dos veces intendente de una ciudad de 80.000 habitantes, legislador, ministro provincial y funcionario nacional. Pertenezco a un partido político del que nunca me fui ni me iré; pero no puedo encarar semejante proyecto de ser intendente sin mínimamente ser convocado por alguna autoridad del PJ provincial o nacional o algún candidato de dichas fórmulas.
"Conclusión: a pesar del apoyo de la gente considero que hace falta el apoyo y la voluntad de los integrantes del Partido a esos niveles. Por eso, no voy a estar donde no me quieren y ello no es un lamento, es una realidad y una consecuencia de la que nos hacemos cargo, porque confrontamos hace dos años con quien hoy conducen el PJ nacional y provincial. No hubo tiempo de sanar esas heridas.
"Como lo he dicho en varias oportunidades y por una cuestión ética y de convicción, no estoy dispuesto a recurrir a técnicas de campañas negativas y sucias que lamentablemente están en su apogeo.
"No le tengo miedo a nadie. No me bajo por ningún audio, ni amenaza ni por ningún ninguneo partidario. Tampoco voy a apoyar a ningún candidato de otro partido que no sea del Frente  para Todos. Pero no es nuestro tiempo.
"Y por último: la política no debe ser una guerra. No se necesita de un "ejército" para hacer política. Nosotros hicimos todo por Chivilcoy sin guerra y sin ejército. Si quieren batalla, que se maten entre ellos.
"Muchos años de gloria y grandeza en el Peronismo de Chivilcoy para meternos en esta pelea. Nosotros siempre estaremos listos, pero para construir".
El ex intendente de Chivilcoy actuó de forma muy parecida a Carlos Reutemann, en 2002, cuando dijo "Vi algo que no me gustó" -una memorable frase de la historia política argentina- y anunció que declinaba ser candidato presidencial para las elecciones del año siguiente.
Franetovich acaba de convertirse en el Reutemann chivilcoyano, pero con otra frase que -en la contienda electoral- tiene el mismo sentido y, de igual forma, quedará en el recuerdo de muchos. Así salió el barro que se avecina, para mantenerse limpio y no ser salpicado. Si hasta podría decirse que Franetovich, fue políticamente correcto.

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