Ha impactado fuertemente, en diversos sectores de la comunidad de Chivilcoy, el caso del sacerdote Eduardo Lorenzo (foto), actualmente investigado por los presuntos delitos de abuso y corrupción de menores, contra -en principio- cinco jóvenes que concurrían a la iglesia Inmaculada Madre de Dios, de Gonnet.

El cimbronazo, se debe a que el cura Lorenzo está relacionado con nuestra ciudad, razón por la cual la sacudida ha sido violenta, sorprendente y desconcertante, mas allá de generar rechazo, indignación y malestar por las características de los hechos que se le imputan.

La relación del cura abusador con Chivilcoy, comenzó en su juventud.

Antes de tomar los hábitos, el entonces joven Lorenzo, vivió un apasionado romance, durante casi una década, con una vecina de Chivilcoy, de nombre Marilú, cuyos demás datos personales nos reservamos para garantizar la confidencialidad.

La relación sentimental con la chivilcoyana Marilú, fue reconocida por el propio sacerdote, hace exactamente cinco años -en diciembre de 2014- cuando celebró los 25 años de sacerdocio, con una misa que se realizó en Gonnet, y fue presidida por el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer.

Lorenzo compartió, en aquella oportunidad, muchas de sus experiencias como cura.

De su propia boca, se supo que terminó un noviazgo de nueve años con Marilú, la chica de Chivilcoy, por seguir la vocación religiosa.

"El día que nos separamos -dijo Lorenzo- se nos rompió el corazón a los dos, pero yo ya había decidido entrar al seminario y ella lo entendió".

En la actualidad, el cura Lorenzo tiene 60 años. Se ordenó el 8 de diciembre de 1989.

Consecuencia de su amorío con Marilú, estableció fluidas relaciones con vecinos y familias de Chivilcoy que, a través de los años, se fueron consolidando.

Nuestra ciudad, siempre ha ocupado un lugar en la memoria del cura Eduardo Lorenzo, con recuerdos especiales, muy particulares e íntimamente ligados a su persona. No es para menos. Aquí tuvo a uno de sus grandes amores, aunque luego el se encargó de asegurar: "Nada me ha hecho más feliz en la vida que ser cura".

La investigación contra Lorenzo comenzó el 11 de mayo de 2008, cuando una de sus víctimas lo denunció.

El expediente fue archivado en enero de 2009. Permaneció paralizado durante una década.

Este año se reactivó a raíz de nuevas acusaciones por abuso y corrupción de menores. Se tramita en jurisdicción de La Plata.

Los relatos en su contra son estremecedores.

El denunciado abusador de menores es muy conocido en la comunidad católica como un carismático sacerdote.