HACE 28 AÑOS, LA CALLE PELLEGRINI ERA PEATONAL

HACE 28 AÑOS, LA CALLE PELLEGRINI ERA PEATONAL

Por Camilo Diez.
El pasado sábado 15 de febrero, se cumplieron 28 años de la transformación en peatonal de la calle Pellegrini, una de las arterias mas tradicionales de Chivilcoy, principalmente, por su concentración comercial, destacándose entre otros rubros, la creciente e intensa actividad bancaria.
Solo el primer tramo de la citada calle, desde su intersección con Rivadavia, estaba reservado al tránsito de peatones, con cómodos bancos, delicados macetones conteniendo atractivas plantas y otras comodidades.
El centro de Chivilcoy tuvo así una adecuación local a lo que ofrecían las grandes ciudades, mostrando una imagen cuidada, progresista, en desarrollo y a tono con la evolución de otras ciudades.
El intendente de ese momento era Jorge Juancorena, quien acababa de ser reelecto en el cargo para cumplir su segundo mandato de gobierno al frente de la Municipalidad de Chivilcoy.
El cambio, que en los hechos representaba un avance estético interesante, trascendente y motivador, tuvo sus detractores. No era para menos: Chivilcoy se distinguió -y aún ocurre- por contar en su variada comunidad con distinguidos miembros, consagrados vituperadores de ocasión.
La iniciativa de Pellegrini Peatonal tuvo, en consecuencia, vida efímera, como muchas cosas bien intencionadas que suceden en nuestra ciudad, pero que no logran satisfacer a todos.
Son quienes, con su crítica destructiva y claramente maliciosa -en lugar de proponer mejorar- solo presionan para destruir. Lastimosa cualidad de una casta de vecinos, algunos devenidos en políticos oportunistas, frustrados en sus ambiciones de desarrollo personal cuando se los aleja de la teta del Estado. Han sido -y lo son- hábiles succionadores de las arcas del gobierno de turno; taimados especialistas en poner palos en la rueda.
Pellegrini Peatonal duró algo mas que el sueño de un par de noches y Chivilcoy dio un gran paso hacia atrás, a la inversa de otras ciudades importantes.
A muchos vecinos les fascinaba recorrer esos pocos metros de una calle que se parecía a la que solo tenían las grandes comunidades. Allí los chicos jugaban y se divertían sanamente y los adultos departían socialmente en un lugar común y que les daba orgullo poseer.
"La calle Pellegrini se convirtió en peatonal a partir del 15 de febrero de 1992 y se mantuvo vigente hasta el mes de marzo, siendo levantada por una ordenanza del Honorable Concejo Deliberante. Una curiosa experiencia, que duró apenas un breve tiempo", recuerda hoy el historiador local Carlos Armando Costanzo.
El "Honorable" Concejo y sus miembros de entonces tomaron la decisión de acabar impiadosamente con Pellegrini Peatonal.
"Me opongo porque me opongo", argumentó un concejal en aquel momento, sin mas justificativo que el disparate verbal, dando penosa muestra de un limitado -casi carente- razonamiento. Fui testigo; nadie me lo contó. Su presencia en el recinto -increiblemente- echó raíces y hasta parece haber reencarnado en alguno de los actuales y conspicuos representantes del Pueblo que, en la actualidad, también confunden fácilmente oposición con destrucción.
¿Se atreverán nuestros honorables concejales a reveer ese desaguisado?
¿Le devolverán a Chivilcoy la posibilidad de tener una calle peatonal?
Un amigo, que llegó a un alto cargo gubernamental, me confió una vez -hace varios años- que Chivilcoy tiene todo para parecerse a una ciudad europea: su geografía; la perfecta y armoniosa diagramación de sus calles; sus lugares históricos correctamente distribuidos y tantas otras cosas.
Estas fueron sus palabras: "Todo el centro de Chivilcoy, alrededor de la plaza, debería ser peatonal; sin calles; solo veredas al mismo nivel, para privilegiar el andar de los peatones; sin circulación de vehículos. El medio ambiente se vería favorecido, con menos polución, evitando emanaciones de gases de autos, camiones y motos, y la estructura de los históricos edificios dejaría de correr los peligros que trae aparejado el intenso tránsito".
"Caminante, no hay camino; se hace camino al andar", canta Serrat.
Pellegrini Peatonal fue una buena iniciativa para hacer camino, que no perduró.
En consecuencia, también como dice Serrat, "se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar".
A nuestros concejales, ni Dios ni la Patria se los demandará; porque ambos valores hemos perdido. Algunos ni por ellos juran, en una decadencia institucional que no encuentra piso.
A 28 años de aquella experiencia, pensar en la necesidad y beneficios de peatonalizar una parte del centro de la ciudad, sería una forma de reivindicar a Pellegrini Peatonal, reinsertando a Chivilcoy en una filosofía mundial, que crece en función de la calidad de vida de las ciudades.

Foto: Archivo Literario Municipal.

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