Por Claudia Núñez.

La solidaridad chivilcoyana -en gran mayoría- no deja de manifestarse en estos tiempos de pandemia por el COVID-19.

Hay vecinos que donan alimentos, ropa; camas y elementos para equiparlas; otros cocinan y distribuyen comida para aquellos que más lo necesitan en la emergencia sanitaria.

La lista de auxilio no cesa, afortunadamente.

A estas expresiones, debemos sumarle otras acciones que, cotidianamente, realizan personas anónimas, cuyos generosos gestos no trascienden en los medios, pero suceden y -a veces- son mayoría.

Como parte de este apoyo, otra particular imagen está convirtiéndose en habitual y genera gratitud comunitaria.

Es la que protagonizan en nuestras calles los integrantes del Voluntariado Social de Emergencia.

Son un grupo amplio de vecinos solidarios, que lleva adelante una de las mas honrosas tareas: barrer gratis las veredas, recogiendo la enorme cantidad de hojas que se acumula en la acera, producto de las particularidades de la temporada otoñal.

El objetivo es mantener limpia a la ciudad.

El gesto fue destacado por la Jefa de Gabinete Municipal.

"Les agradecemos al significativo número de vecinos que, desinteresadamente, se sumaron a realizar esta tarea solidaria, para colaborar con la limpieza de la ciudad, en el contexto de esta pandemia, donde es imprescindible la ayuda de todos", dijo Marcela Sabella

"Todos los voluntarios -puntualizó- cuentan con elementos de trabajo y seguridad, como tapabocas y guantes, que son entregados por el Municipio, siguiendo las normas que indican las autoridades sanitarias".

Destacó la labor del director de Defensa Civil, Esteban Genaro, quien propuso esta idea de armar el Voluntariado de Emergencia y se encuentra al frente de la logística de esta tarea.

La ayuda es una manifestación de grandeza humana, esencialmente desinteresada.

Bienvenida toda la cooperación; sea de la forma que fuere.

Es un noble servicio que nos agiganta como sociedad.